En el único lugar con señal, maestra improvisó cabina

Martes 4 de agosto de 2015
En esta botella se cuelgan los celulares para llamar. | Foto: Julio César Vázquez
El maestro siempre encuentra respuestas en las situaciones límites. Marina Lilia García es docente de la Escuela 560 de esta importante colonia a orillas del Uruguay, pero intercediendo en el medio una importante jurisdicción de Alba Posse. Por tanto, se plantean algunas paradojas; pertenecen a un municipio pero sufragan en otro, por la distancia. Además el relieve colabora poco para las comunicaciones, hay altas serranías, y es muy quebrado. Entonces resulta casi imposible comunicarse por celular.
Pero Marina se las ingenió y logró detectar un punto de la galería escolar donde -con suerte- en algunos momentos del día logra captar señal. Allí colgó un sostén improvisado en una botella de plástico cortada para sostener el adminículo. La ‘cabina telefónica’ resultó un milagro.
En toda una vasta cuenca de familias rurales, tabacaleras, ganaderas, encontró ingeniosamente esa solución que le sirve a ella, su comunidad educativa y el vecindario.
Evocó la docente que por los años 50 la escuelita se encontraba emplazada en las barrancas del río, al lado de un destacamento de Gendarmería Nacional. Y el primer docente fue un gendarme que además de atender a los pocos niños argentinos aceptó a varios chicos que llegaban del Brasil en canoa  para aprender aunque sea en castellano. En 1969 mudaron la escuelita de madera  a un punto cercano al edificio actual.
“Rindo homenaje a los gendarmes que debieron cumplir esa otra tarea con vocación de servicio” destacó la docente.