La comisaría del barrio A 3-2 tiene los calabozos clausurados por insalubres

Viernes 2 de diciembre de 2011
Vacías y pequeñas. | Las celdas de la seccional que los vecinos quieren mejorar. | Foto: Facundo Correa

Los calabozos de la comisaría seccional décima de la Policía de Misiones, están desde hace poco más de un mes clausurados por falta de salubridad en general y por la imposibilidad de alojar a todos los detenidos en el conflictivo complejo habitacional A 3-2, tan desbordado como la propia dependencia policial.
Según se informó desde la sección dependiente de la Unidad Regional 10, las dos celdas fueron “cerradas” porque “ya no estaban en condiciones para alojar a los reclusos, a los detenidos y procesados, al igual que el baño para nosotros….”.
Suboficiales y otros dos integrantes de la pequeña comisaría de Villa Lanús, informaron que los detenidos en la jurisdicción son, desde entonces, trasladados a las celdas de las comisarías de los barrios Virgen de Fátima y A 4, también construidos por la Entidad Binacional Yacyretá.

La comisaría seccional décima de Policía, había sido copada el pasado lunes a la mañana por unos 30 vecinos que dijeron estar hartos de las situaciones de inseguridad y de ver a los ladrones “entrar y salir” de la Policía con menos de una hora de diferencia.
En el barrio de Villa Lanús, los vecinos que ahora integran la flamante organización no gubernamental “Familias Unidas por Más Seguridad”, contaron con asombro que luego “de que nosotros insistimos y lo denunciamos, cayó preso uno de los ladrones… pero qué pasó… el padre de ese muchacho hizo una presentación oficial sobre apremios ilegales y a la comisaría 'cayeron' del Ministerio de Derechos Humanos…”.
Según los vecinos que días atrás visitaron esa comisaría para poder hablar cara a cara con el comisario Rubén Viana, tras arribar a la seccional los funcionarios de Derechos Humanos, rápidamente advirtieron el estado de los calabozos y procedieron a la clausura.
Pero en la dependencia policial se detalló que la decisión de cerrar las celdas por sus condiciones “fue de la propia fuerza, de nuestra institución, acá no vino nadie de Derechos Humanos”.

 

Para 4, pero había 20
En el barrio nadie esconde que la situación de la seccional décima es preocupante. Aseguran estar al tanto de que solamente tienen una patrulla y que generalmente está abocada a los accidentes que se producen en la ruta 12. Que son solamente cuatro o cinco efectivos (sin contar con los jefes) y que la necesidad de más recursos es notoria, palpable.
En la comisaría, no sólo se admitió que se cerraron las celdas por no estar aptas para albergar a los reclusos, sino que también se recordó que “este edificio no fue hecho para el funcionamiento de una comisaría, esto fue construido al mismo tiempo que la escuela, se cree que era para un Caps…”.
La comisaría quedó chica. Los policías también dicen estar en condiciones precarias de trabajo, pero que mientras tanto se debe trabajar con lo que hay.
En ese mismo contexto, uno de los policías presentes en la mañana de ayer, recordó que semanas antes de producirse la clausura, “los fines de semana sumaban hasta 15 o 20… no daba para más”.
Cada uno de los dos calabozos de la comisaría, fue construido para albergar a dos o tres personas, no más.
Pero como si faltaba algo en esta situación, se supo incluso que en esos días de superpoblación de presos, entró a la comisaría una señorita muy bien vestida que provocó el acercamiento a la puerta principal del calabozo de todos los internos “lo que derivó en que un pedazo de la celda se cayera y hasta uno de ellos ayudó a arreglarlo…”.

 

El barrio, la plaza...
El complejo habitacional A 3-2 construido por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), fue entregado a comienzos de la década del '90, en su primera parte.
Luego se concretaría el segundo período de relocalización en el barrio, en el cual se planificó y construyó un amplio espacio verde entre las viviendas, a un costado de la avenida de acceso.
Pero pocos fueron los años en que el espacio público cumplió con el objetivo real de recreación de los vecinos relocalizados desde distintos barrios ribereños, en especial de Villa Blosset. Ahora, es el punto de disputa.