La octava víctima fatal viajaba a tarefear para pagar un vale de $150

Miércoles 26 de junio de 2013
Ford 7000. | El vetusto rodado transportaba en su planchada sin ninguna seguridad a 22 peones rurales.
Lucas Da Silva Rodríguez (14) falleció ayer a consecuencia de las gravísimas lesiones que sufrió en el accidente de Salto Encantado, elevando a ocho la lista de víctimas fatales de la tragedia ocurrida el lunes 17 de junio, sobre la ruta provincial 220, al volcar un camión que transportaba tareferos.
Desde el día del accidente el joven permanecía internado en el Hospital de Pediatría Fernando Barreiro y desde un primer momento los médicos alertaron a la familia sobre la gravedad del cuadro.
Lucas presentaba traumatismo de cráneo y lesiones internas irreversibles.
“Él se escapó a tarefear, nosotros no le dimos permiso. Pero dicen que le debía 150 pesos al capataz porque le adelantó un vale de mercadería. Parece mentira todo esto”, comentó invadida por el llanto su madre, María Ester De Olivera.
Ayer al mediodía el cuerpo arribó a Villa Bonita, donde será velado hasta hoy a las 9, horario previsto para su inhumación en el cementerio municipal.
Desconsolados por la irreparable pérdida, sus padres reconocieron que Lucas se fue sin permiso a tarefear y denunciaron que el camión accidentando presentaba problemas mecánicos, lo que era sabido por los vecinos.
“Tenemos diez hijos y Luquita era el mayor de los varones, mi compañero. Yo quería que estudie, pero a él no le gustaba. Terminó la primaria, empezó el colegio, pero abandonó el año pasado y ahora está en un cajón”, lamentó Jorge Da Silva Rodríguez.
Desde un primer momento el padre estuvo al lado de Lucas en Posadas, confiado en la técnica de los médicos y su fe religiosa.  
“Yo le prohibí que salga, pero él quería ganarse unos pesos. Ese día a las 6 me fui a trabajar al aserradero y cuando llegué al mediodía me enteré de que no estaba. Me asusté y me dijeron que fue de campamento. A las cuatro de la tarde me avisaron del accidente, llamé al Samic y me dijeron que eran muchos los heridos, que los padres teníamos que ir a reconocer a los hijos. Pero cuando llegué ya lo habían derivado a Posadas”, relató.

Fallas mecánicas
De los 25 pasajeros que viajaban en el Ford 7000 que volcó en Salto Encantado, catorce eran menores y tres de ellos perdieron la vida: Edgar Ferreira (17), Fernando Piñero (13) y Lucas Da Silva Rodríguez (14).
También fallecieron José Francisco Piñero (42), el padre de Fernando; Miguel Miranda (55) y su hijo Hugo Franco (33), Luis Godoy (33) y Fabián Da Silva (23).
En coincidencia con el testimonio de varios sobrevivientes, en la víspera el padre de Lucas confirmó que el rodado presentaba fallas mecánicas y habría tenido varios accidentes anteriores.
“Ese camión no podía circular, no tenía documentos ni estaba en regla. Por eso mismo no quería que mi hijo vaya con ellos. Hace un tiempo ese camión estuvo secuestrado y tuvieron que pagar una multa de 20 mil pesos. No sé quién retiró el camión”, comentó.
Agregó que meses atrás el mismo Ford se quedó sin frenos y tumbó el pilar de un vecino. “Tuvo tres accidentes. Una vez el chofer ató con un alambre el volante. No le interesa nada, sólo explotar al pobre para sacarse unos pesitos”, opinó Da Silva Rodríguez.
También trascendió que el capataz les pagaba a los menores con vales de mercadería y farmacia. Además de brindarles adelanto.
Por su parte, el padre reclamó mayor control en las condiciones laborales y exigió que la Justicia investigue a fondo las responsabilidades del caso. “Mi hijo era una criatura. Tiene que haber más control. Queremos que aparezca el dueño del camión, el dueño del yerbal. A mí nadie me dijo quiénes son y quiero que haya justicia”, remarcó.


La tregua finaliza mañana
El lunes, los referentes tareferos decidieron una tregua por 72 horas antes de iniciar posibles medidas de fuerza en reclamo de asistencia a las víctimas y familiares de la tragedia de Salto Encantado.
En principio, hoy representantes del sector serían recibidos por autoridades del Gobierno provincial y del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), a quienes elevarán un petitorio de cinco puntos.
El reclamo contempla la asistencia inmediata a las víctimas del accidente y a sus deudos, habida cuenta de que ya son ocho los fallecidos, varios de los cuales eran quienes sustentaban económicamente sus humildes hogares.  
Los tareferos también exigen que se cumpla el precio de 520 pesos la tonelada de yerba cosechada y el blanqueo masivo.
Los demás puntos del petitorio tienen que ver con el traslado y las condiciones laborales de los peones rurales.
Oscar Rodríguez, vocero de los “Mártires de Aurora”, reclamó “mayor apertura en la mesa de diálogo, porque siempre están los mismos referentes y las víctimas seguimos igual.
“El accidente de Aurora fue en el 2000, hubo cuatro muertos y varios quedamos incapacitados, pero todo siguió igual y hasta peor”, graficó el trabajador.