Acueducto del Uruguay: alertan que el agua del gran río no ofrece garantías

Martes 13 de marzo de 2012
Tres municipios recostados sobre el  Uruguay no dependen del gran río. Solamente uno de ellos se abastece en parte con una pequeña toma para el consumo de su población y precisamente, en ese punto de la provincia, se planifica comenzar la construcción de un acueducto para terminar con la permanente escases de agua potable que se recrudece con las temporadas de sequía.
Pero con la planificación de ese acueducto que se asegura erradicaría el faltante de agua para el consumo humano, bioquímicos y técnicos de la cooperativa de agua más importante de la región centro, revelaron que las condiciones del río no garantizan la salud de la población en el caso de que se consuma el líquido proveniente del Uruguay.
“El agua está contaminada por algas”, dijo uno de ellos. Pero entre los intendentes afectados por la supuesta contaminación de algas tóxicas, eso no es cierto y hasta uno de ellos aseguró que el acueducto se realizará con o sin la ayuda de esa cooperativa. “Si se potabiliza agua con residuos cloacales, cómo no se va poder potabilizar por contaminación de algas…”.
El acueducto que se planifica podría incluso llevar agua a los municipios de la zona Sur, como Apóstoles y San José.

Hace 5 años la polémica
En el municipio de Panambí, actualmente son unos mil los pobladores que toman agua extraída desde el río Uruguay y potabilizada por la propia cooperativa que asegura que más garantías que las actuales, no se pueden dar. En Panambí, desde hace unos 5 años, la polémica se centraliza en la calidad del agua, independientemente de la ahora probable construcción de una mega obra como lo sería el acueducto.
El intendente Joaquín Olivera fue tajante: “Yo intervine en el año 2008 cuando la presencia de algas motivó varias acciones, pero eso fue hace cuatro años, ahora el agua del río está mejor que nunca, está limpia y corre mucho, yo creo que una cosa es decir que no sirve y otra que no puedan potabilizar ellos el agua", dijo, en clara referencia a las autoridades de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).
Precisamente, cuatro años atrás, los vecinos se movilizaron ante rumores cada vez más fuertes sobre la presencia de algas tóxicas y sus efectos directos en el hombre.
En aquella oportunidad, todo indicaba que el río Uruguay estaba sufriendo un proceso de eutrofización y hasta se denunció que la población de Panambí consumió desde diciembre de 2007 a marzo de 2008, agua con algunos problemas de potabilización, ya que tenía un fuerte olor.
“Parte de la población toma el agua del río potabilizada y no hubo problemas”, dijo el intendente Joaquín Olivera, que por el contrario al interrogante de la calidad del agua del río Uruguay, afirmó que el acueducto desde el Uruguay “saldrá de todas formas” porque el Gobierno de la provincia “está interesado y sería la solución definitiva para la falta de agua para toda la zona centro e incluso algunos municipios del Sur”.
“Es una mega obra sí, pero según los estudios es técnicamente un hecho que el acueducto gracias a la sinuosidad del terreno, funcionará casi con el propio efecto de la gravedad”, dijo Olivera, en relación al proceso que va desde la captación a los tanques mediante la red o las redes.
“Ahora hay que gente que pesca todos los días, se bañan incluso en el Uruguay y no tenemos conocimiento de que algo malo haya pasado o esté pasando”, afirmó, al tiempo que también se animó a decir que “esa cooperativa sigue sin poder aprovechar el recurso del Acuífero Guaraní, a pesar de los años que tiene intentando con esa alternativa, ni siquiera el Parque Termal está terminado…”.

El río está contaminado
“Hoy el río Uruguay no tiene tanta agua como años atrás. Además, el agua está contaminada por algas”, señaló Orlando Pellegrini, presidente de la Celo, planteando un serio interrogante respecto a la idea de construir una mega obra para abastecer de agua potable a la zona Centro.
Esta afirmación ofició como disparador para indagar sobre las condiciones del río Uruguay y el potencial riesgo que implicarían las algas para la salud de las personas.
Mariel Koch, bioquímica de la Celo, detalló los factores que inciden en la aparición de las algas, sus características y niveles de peligrosidad.
“Habría que optimizar el tratamiento y estudiar muy bien los riesgos sobre la salud”, alertó.
La profesional indicó que actualmente el río se halla en nivel uno (de vigilancia), lo que contempla hasta 500 algas por mililitro y es apta para el consumo, previo tratamiento.
El nivel de toxicidad se eleva hasta cuatro, pero la cooperativa cuenta con tecnología para potabilizar el agua hasta el nivel dos. La Celo cuenta con una planta potabilizadora sobre el Uruguay para abastecer a Panambí.
Koch recordó que en el 2008 hubo brote muy grande y las aguas del río ni siquiera estaban en condiciones de usarse como balneario.
Entre los factores que propician la aparición de algas enumeró el uso de agrotóxicos en cultivos de la cuenca del Uruguay, los criaderos de cerdos brasileños situados río arriba y las represas, ya que estas modifican la correntía del curso de agua. Las represas además propician caracoles tóxicos.
“Se debe dar una serie de condiciones en el río para que aparezcan las algas: bajo caudal, que no haya corriente y que la luz del sol penetre, lo que hace que el agua se caliente. Luego los nutrientes que vienen de las plantaciones de tabaco y desembocan en el río: nitratos y sulfatos. Otro aspecto es que en Brasil hay criaderos de cerdos que tiran los desechos al río; más las represas, que actúan sobre la correntía del río”, precisó Koch.
Cuando se dan las condiciones el agua se pone verde y tiene olor característico a gamexane, lo que marca la toxicidad de las algas. 
“Son tóxicas y afectan el sistema nervioso central”, alertó la bioquímica, al tiempo que explicó: “El tratamiento de potabilización lo que hace es romper la estructura del alga y liberar la toxina”.
De todas formas, con la tecnología existente la Celo potabiliza hasta el nivel dos de toxicidad. Por ello, consideró que antes de pensar en acueducto desde el río Uruguay, primero “habría que optimizar el tratamiento y estudiar muy bien los riesgos sobre la salud”.
“A ciencia cierta nadie puede decir que no hay riesgos porque no hay estudios”, reconoció la bioquímica Mariel Koch.


El dato
1
es el nivel de contaminación con las toxinas de las algas. De superar el  2 y llegar al 4, no se garantiza su potabilización.


El proceso de eutrofización
El proceso llamado eutrofización es debido a las grandes cantidades de agrotóxicos utilizados para la agricultura que terminan en el curso de agua, como nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio, que contienen los fertilizantes, herbicidas y pesticidas, nutriendo a las aguas de una excesiva cantidad de nitratos.
La luz del sol se combina con esos elementos químicos y provoca la aparición de algas. La luz solar penetra en el agua hasta zonas bien profundas, acelerando y multiplicando ese proceso llamado eutrofización.
Las algas, a su vez que crecen, van quitando luz al río, impidiendo después la fotosíntesis y matando la vida por falta de oxígeno.
En el año 2008, una comisión investigadora del río Uruguay, en Entre Ríos, lanzó el siguiente comunicado: “si en el agua se ve como yerba dispersa, eso significa que puede bañarse en el río, pero debe lavarse después con agua limpia. Si se ve una masa pastosa verde oscura o amarronada, se recomienda no bañarse”.