Vamos por todo... y nos vamos todos

Miércoles 25 de noviembre de 2015

Señor Director:
El “ser” argentino  es una persona dócil que siempre irá detrás de las buenas intenciones de aquellos políticos que cumplen “medianamente” con todo lo que han prometido en sus campañas electorales, pero también se convierte en un león furioso cuando alguien mancha su confianza y nunca se sabe de qué manera va a reaccionar en la eventualidad. Fueron muchos años en los que gran parte de la ciudadanía pudo ver como se deterioraba su sistema de vida y aquello que era fruto de la producción, esfuerzo y sacrificio se dilapidaba en faraónicas demostraciones de poder, con la cruel idea de hacer creer a millones de pobres que quienes contaban con un trabajo digno eran los ricos, oligarcas liberales que se querían quedar con las riquezas del país. "Vamos por todo", les decía a su séquito de aplaudidores pagos la señora presidente y era cierto porque así ocurrió. De a poco se fueron quedando con todo, hasta con la dignidad de la gente que aún no comulgando con las ideas del "modelo", respetaron la Ley, algo que evidentemente ellos no hicieron.
De pequeño aprendí que en Argentina, la palabra  era un documento y así lo recuerdan quienes lo vivieron. Al pasar los años pude comprobar que todo había cambiado y para mal. Quien representó al modelo como candidato,  Daniel Scioli, nos dijo en campaña que Cambiemos era lo mismo que en su momento fue la Alianza, pero olvidó mencionar que en las listas de su actual grupo político, están presentes todavía los mismos que formaron parte de ella y como pequeño ejemplo tenemos a Diana Conti, Kunkel, Nilda Garré, Adriana Puiggrós, Eugenio Zaffaroni, Aníbal Ibarra y muchos más que no tuvieron protagonismo pero igual levantaban la mano, es decir que el otrora Frente Grande que gobernó junto a la UCR, hoy todavía comparte el modelo. En síntesis y para no dejar ningún herido, Cambiemos no es la Alianza y el Frente para la Victoria tampoco es el Peronismo y todo esto ocurre sencillamente porque en Argentina hace tiempo desaparecieron los Partidos Políticos representativos por mal que le pese a muchos que quisieron adueñarse de los escudos y banderas. Hoy las elecciones, siempre que no haya fraude, las ganan mujeres y hombres que encabezan una propuesta no un Partido y ello es muy evidente en los pueblos donde los candidatos ganan o pierden porque se los conoce bien por su comportamiento en la localidad.

Mi gran preocupación es ver que la señora presidente aún no reaccionó que el día 10 de diciembre finalizarán sus viajes en el Tango 01, helicópteros, gastos excesivos con dineros del Estado para toda su familia y muchos casos más que seguramente la justicia investigará porque son muchos los ciudadanos que han iniciado acciones legales buscando un poco de justicia.  Ahora los diarios deberá comprarlos porque nadie los llevará a El Calafate y ni hablar de las tediosas cadenas nacionales que infringieron la ley en todo momento y nadie fue capaz de tomar medidas. Humildemente creo no reaccionó ni le cayó la ficha que no era candidata a nada y actuó como si lo fuera, y de ser así quizá nos encontramos ante una situación muy grave porque hemos sido y estamos siendo gobernados por una persona que no responde a los niveles medianamente normales de salud mental para desenvolverse en un cargo institucional de tamaña envergadura.
Todo cambia para no cambiar y así van pasando los años sin poder disfrutar de un país que tiene todo para ser próspero y brindar felicidad a su pueblo, pero ocurre que siempre encontraremos en el camino a los políticos de conventillo que harán lo posible para quitarnos las ansias de ser felices porque serán ellos quienes se queden con nuestras posibilidades de futuro. Ahora nos "desayunamos" con que después de 12 años, la Corte Suprema de Justicia, la misma que impulsó el fallecido ex presidente Kirchner, se dio cuenta que debía fallar a favor del pueblo una vez al menos y en un acto de sincericidio, ordenó devolver los miles de millones de pesos que el gobierno del relato le había quitado intempestivamente sin pasar por el Congreso de la Nación a San Luis, Santa Fé y Córdoba. Es muy buena la noticia, pero resulta muy extraño que ocurra ahora cuando sólo quedan las hilachas de lo que alguna fue una maquinaria de poder desenfrenado. "La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía". Proverbio árabe                                                                                                                                   

Ricardo Bustos
Capioví