La marcha de los días: Sombras del poder

Domingo 17 de diciembre de 2017 | 06:00hs.
Foto: Tony/Latree '17

La sombra, por definición, es un espacio al que no llega la luz. En la administración de poder, esas zonas grises u oscuras pueden tener consecuencias serias. El gobierno nacional se preparaba en la semana, con certeza desconocida al menos por gran parte de la ciudadanía, en celebrar dos importantes triunfos. Por un lado, el presidente Mauricio Macri esperaba cristalizar el anhelado convenio entre la Unión Europea y el Mercosur. Pretendía cerrar con esa firma la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que finalizó el último miércoles en Buenos Aires. Las negociaciones intensas con ese fin llevan más de un año, al haberse reiniciado en mayo de 2016. Originalmente el pretendido acuerdo que esta vez estuvo cerca, arrancó en 1999. En rigor, se logró reencaminar esta iniciativa, aunque recién podría cerrarse en enero de 2018. Quedan por resolverse las cuestiones puntuales de cómo se procederá al acceso a los mercados, derechos a las exportaciones, propiedad intelectual, patentes y apertura a las empresas europeas en licitaciones públicas del Mercosur. Estos grandes pasos en los últimos tiempos se dieron tras los cambios en los gobiernos del Mercosur, como sucede con Macri en Argentina y con el presidente de Brasil, Michel Temer. A esta disposición se suma el proteccionismo de Estados Unidos frente a la búsqueda de nuevos aliados por parte de la Unión Europea. Por ahora, la esperada foto del acuerdo, recién podría concretarse a principio del próximo año.


Sobre el segundo tema, la reforma previsional, al parecer en el oficialismo había exceso de confianza y lo consideraban más bien un trámite sencillo de resolver. Quizás estaban convencidos de que se aprobaría como un paquete cerrado y sin grandes cuestionamientos. Pero allí, había una zona gris y los argumentos, desde un principio, no resultaron sólidos ni convincentes. Al oficialismo le costó explicar y más aún convencer sobre los motivos de estos cambios. En la calle crecía el malestar y se hablaba de que no apuntaba a mejorar la situación de uno de los sectores históricamente relegados, como es el de los jubilados. Lo cierto es que el gobierno falló en la lectura de la realidad. Esta vez, no fueron suficientes los mínimos caracteres escritos por los oficialistas en Twitter ni los limitados detalles en Facebook. Algunos dirigentes de Cambiemos quizás consideraban que transformarían estos pequeños datos en macrodatos, pero antes que en big data se transformó en micro data, vacío de sustento. La población lo único que sabía es que algún familiar percibiría menos de sus ya magros ingresos. Mientras esto se percibía en la calle, algunos dirigentes en su micromundo lo único que hacían era tuitear o retuitear algunos conceptos, pensando que bastaría como para convencer a la ciudadanía. En medio de esta información limitada y carente de fundamentaciones, llegó el tema para ser debatido en el Parlamento. Al comenzar el debate, los que estaban en contra planteaban que la reforma no haría otra cosa que empeorar la situación de los jubilados. Quienes promovían la norma prometían que las mejoras llegarían con el tiempo. Nuevamente la zona gris se imponía. Reconocían, sin admitirlo del todo, que los jubilados, de entrada, perderían ingresos.

Clima enrarecido
Desde el gobierno al parecer se enfocaban más en que les daban los números para conseguir quórum y que con ello, lograrían sin problemas tratamiento y aprobación de las reformas. Lo primero se consiguió, al menos en forma transitoria, pero el abordaje no se concretó y en medio de gritos e insultos, y represión en la calle, se levantó la sesión.


Tal situación fue muy distinta al clima de consenso logrado en el pacto con los gobernadores. En el momento en que se quiso abordar el tema fuera de la Cámara de Diputados, diversos sectores salieron a cuestionar la reforma. Había malestar y terminó entre piedrazos y gases lacrimógenos; una fotografía lamentable en 34 años de democracia.


Así, se observó que Cambiemos intentó convertir en un trámite estas reformas que cambiarán la situación de vida de miles de ciudadanos. Siempre se tientan los gobiernos en convertir al Congreso en una escribanía. Con lo sucedido de nuevo este mes, diciembre se convirtió en el de mayor conflictividad social en el país. Y fue en el mes doce cuando también sucedió aquella crisis del 2001. Tras nuevas escenas de violencia, dentro del recinto con empujones y gritos y fuera de la Cámara de Diputados, en la calle, con una dura batalla campal entre manifestantes y policías. Todo esto volvió a enrarecer el clima social. La violencia y los gritos, le ganaron por momentos al intento de diálogo y debate. En medio de la discusión sin límite, en un acto de oportuna intervención, la diputada Elisa Carrió pidió levantar la sesión y con ello, naufragaba temporalmente la iniciativa de Macri, que creía contar con los votos para sacar adelante las reformas. Una primera reacción fue recurrir al clásico Decreto de Necesidad y Urgencia, más conocido por su sigla, DNU. Especialistas entienden que habría cometido un error al rozar la inconstitucionalidad, porque el Parlamento argentino seguía en extraordinaria y cuestiones como la reforma previsional necesariamente deben pasar por la discusión de los parlamentarios. Carrió, de nuevo, tras esa primera reacción de Macri, advirtió el error que estaba por cometer el mandatario nacional. Fue cuando la razón trajo la calma y desde Cambiemos decidieron volver a reforzar el diálogo con los gobernadores. Macri se había enojado en especial con los gobernadores Gustavo Bordet, de Entre Ríos, y Juan Manuel Urtubey de Salta, porque los legisladores de esas provincias no acompañaron la iniciativa, pese a que se habían comprometido esas administraciones.


Como resultado del nuevo encuentro concretado por el gobierno y del que fueron parte algunos mandatarios provinciales y diputados nacionales de varias provincias, se decidió convocar a una nueva sesión especial en la Cámara Baja para mañana a las 14, con el fin de debatir la resistida reforma previsional, que ya cuenta con media sanción del Senado. El gobierno no quiere tocar una coma del proyecto, porque cualquier modificación que se introdujera implicará tener que regresar la iniciativa a la Cámara Alta. Para evitar tal situación e intentar enmendar el pecado original, el gobierno prometió un beneficio adicional a jubilados y pensionados con haberes inferiores a los 10 mil pesos y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. Para el lunes se convocará a los gobernadores para que estén presentes en el recinto, un recurso que intenta calmar los ánimos de los disputados de distintas provincias. Los gremios mayoritarios como la CGT y la CTA están expectantes de la evolución. El primer gremio, cuando cayó el tratamiento, suspendió una medida prevista para el último viernes y ahora ambas centrales sindicales permanecen en alertas y estarán observando, con una movilización prevista, la decisión que adopten los diputados. Si bien ahora desde el gobierno afirman tener los votos necesarios para sacar la ley, suman rechazos de varios sectores porque consideran que en verdad la compensación sería de $ 750 y por única vez. Es increíble cómo el gobierno de Cambiemos copia los mismos argumentos del kirchnerismo para justificar una derrota política. Ayer, al unísono, salieron voceros oficiales a decir que les falló la comunicación. Además del pedido del Fondo Monetario Internacional, otro de los motivos de urgencia de Macri por aprobar el paquete de leyes es que el 31 de diciembre vence la prórroga del plazo para el cumplimiento de las cláusulas del Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento (Pacto Fiscal II), celebrado el 12 de agosto de 1993, y en el Punto V del consenso fiscal, el Estado nacional, las provincias y la Caba acordaron suspender los plazos para el cumplimiento de las cláusulas del Pacto Fiscal II entre quienes aprueben el actual consenso, que requiere el voto de los diputados.

Misiones también resuelve mañana
Esperando a ver si se aprueba el paquete de reformas, en Misiones los legisladores dieron dictamen y también mañana, en sesión extraordinaria, resolverán si dan aval al accionar del Ejecutivo. Por la posición adoptada por la mayoría, excepto el Partido Agrario y Social (Pays), los legisladores apoyarían el consenso fiscal. Al observarse que la mayoría acompaña, la Legislatura misionera no tendría inconvenientes este lunes en que se apruebe la adhesión de Misiones al consenso fiscal entre la Nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, suscripto el 16 de noviembre pasado. Sin el aval de los diputados provinciales no podrían ponerse en marcha, de aprobarse, las citadas reformas, que según se anunció, continuará tratando mañana la Cámara de Diputado de la Nación.


En cuanto a Misiones, se destaca la jerarquía demostrada por su Legislatura. Tras la elección de autoridades, en las que resultaron electos como presidente Carlos Rovira y como vicepresidente primero y segundo Orlando Franco y Jorge Ratier Berrondo, respectivamente, se concretará este lunes una extraordinaria para tratar la citada adhesión de Misiones al paquete de normas acordado desde el Ejecutivo por parte del gobernador Hugo Passalacqua y la Nación. Como informara de manera amplia este matutino, la reforma previsional no afectará a los actuales ni futuros beneficiarios de la rama pasiva afiliados al IPS, porque la Provincia mantiene la autonomía de la caja, y por lo tanto no habrá cambio alguno para ellos.

Doble juego
Lo que sí quedó en evidencia el pasado domingo durante la votación de autoridades de la Legislatura es el doble juego de algunos dirigentes de Cambiemos, tanto en su pertenencia como en la relación que amagan con sostener entre la Nación y la Provincia. Los que en elecciones levantaban la bandera de Cambiemos y llegaban a través de ese espacio, al momento de tomar decisiones cuestionaban decisiones partidarias. Es como si existiera un doble comando. Es lo que quedó en evidencia, en el momento de la votación de autoridades en la Cámara de Representantes. Fueron ocho las abstenciones, entre las que estaban las de los radicales Gustavo González, Ariel Pianesi, Anita Minder, Javier Mela y Walter Molina. Y por su lado, los representantes del PRO Roberto Rocholl y Alba Nilsson, además de la diputada por el Partido Libertad, Valores y Cambio, Liliana Rodríguez. Se criticó mucho en la semana por qué no presentaron alternativas de autoridades para someter a elección y evitar la abstención si no querían votar a la terna mayoritaria. Los diputados del PRO que se abstuvieron fueron cuestionados por no respetar el mandato nacional partidario cuyo titular a nivel nacional es Humberto Schiavoni, como sí lo hicieron otros dos diputados del PRO, Miguel Ángel ‘Tati’ López Vedoya y Jorge Ratier Berrondo, quien a su vez fue electo vicepresidente segundo de la Legislatura. Por desobediencia partidaria podrían ser sancionados los diputados Rocholl y Nilsson. Es lo que está analizando el partido, y los diputados preparan su defensa.

Concejo con historia distinta

Capítulo aparte y situación diferente se vivió en el Concejo Deliberante de Posadas. Allí, los mandatos partidarios se respetaron y no se registró problemas de convivencia. El concejal radical Martín Arjol votó a favor del edil renovador Fernando Meza, quien asumió como titular del Concejo de Posadas. Se plantearon como prioridades la reducción de los gastos del Concejo y la digitalización en el recinto.