Denunció que perdió un riñón en golpiza policial al ser detenido

Lunes 21 de agosto de 2017 | 07:04hs.
Los delincuentes habían reducido al guardia de este edificio a "culatazos". | Foto: Archivo

Un hombre que actualmente se encuentra detenido bajo sospecha de haber sido parte de la violenta banda armada que asaltó el diario Noticias de la Calle, denunció haber recibido una golpiza en manos de los policías de civil que en su momento fueron a detenerlo en su domicilio y debido a eso, en casi un año y medio de reclusión, debió ser sometido a cinco cirugías con la consecuente pérdida del riñón izquierdo y funcionalidad en el derecho.

La acusación formal fue radicada por Luis Alfredo Zeniquel (55) en la Fiscalía de Instrucción Tres, cuya titular, Adriana Herbociani, deberá investigar la presunta comisión de delitos de los cuatro funcionarios policiales que, durante la noche del lunes 7 de marzo del año pasado, se encargaron de detener al denunciante.


Zeniquel acudió al despacho fiscal junto al defensor oficial de Instrucción Penal IV, Miguel Ángel Varela, quien en los últimos días asumió su defensa. Junto al relato verbal de cómo sucedieron los hechos, acompañó documentación médica que marcaría el retroceso que sufrió su salud a partir de la supuesta violenta detención.

Dijo que se domicilia desde hace varios años junto a su pareja e hijos en un departamento de alquiler sobre la avenida Cabred casi Rademacher, a pocas cuadras de la sede de la empresa damnificada. "Me detienen cuatro personas vestidas de civil, sin identificarse, en la puerta de mi domicilio, trasladándome en una camioneta Toyota Hilux doble cabina a un lugar que no reconozco, interrogándome de manera agresiva debido al hecho por el cual estoy imputado, propinándome golpes de puño a la altura de mi abdomen como así también a la altura de la espalda", explicó.

En ese contexto, Zeniquel detalló otra situación que consideró irregular y de comprobarse podría derivar en la apertura de una causa paralela: "Hicieron (los uniformados que lo detuvieron) un certificado médico en el cual no obran las lesiones y luego me llevaron a la Comisaría Cuarta. Antes de ingresar al calabozo, un agente policial me revisa y observa que yo presentaba lesiones, pero otro agente policial que se encontraba en el lugar manifiesta que ya tenía el informe médico policial, y que me hagan ingresar al calabozo".

Sobre lo que ocurrió después, aseguró: "Estuve con dolores aproximadamente entre diez y doce días, sin atención médica, sin poder levantarme del piso. Se me había inflamado el abdomen y sin precisar el día, uno de mis compañeros de celda avisó al personal policial de mi estado de salud, por lo que me trasladan al hospital Madariaga, quedándome internado por una falla renal aguda".

En el nosocomio capitalino "me realizaron una nefrectomía en el riñón izquierdo y me colocaron un catéter ‘doble jota ocho’ en el riñón del lado derecho. Estuve internado alrededor de diez días, hasta que me reinstalaron en el calabozo. Por los golpes recibidos tuve cinco cirugías siendo en la última cuando me sacaron el riñón izquierdo".

La denuncia del sospechoso fue apoyada en documentación médica e informes policiales que tendrán que ser analizados por la titular de la fiscalía, quien en breve podría solicitar medidas tendientes a descubrir la veracidad de los supuestos apremios.

Le revocaron la domiciliaria
El acusado devenido en denunciante permanece alojado desde principios del mes pasado en la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, luego de que el titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón, le revocara la prisión domiciliaria por consejo del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial.

Así luego de analizar su estado de salud, ese cuerpo concluyó que "está sin patologías agudas y en condiciones físicas óptimas para cumplir detención en la unidad carcelaria".

El beneficio le había sido otorgado luego de la última cirugía en la que le extirparon el riñón, ya que las condiciones carcelarias, en ese momento, fueron consideradas por éstos como poco beneficiosas.

Zeniquel está acusado de "robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda, en concurso ideal".

No está sólo. Bajo la misma imputación también permanece con prisión preventiva un posadeño con antecedentes por robo identificado como Mario Alberto ‘Kiko’ Benítez; el ex suboficial de la Policía de Misiones, Alfredo Miguel Tassi; y el comerciante Carlos Nelson Martínez.

La investigación indica que Benítez es pariente político de Tassi, quien era custodio del edificio periodístico y se cree en base a pruebas que ambos habrían organizado el atraco aprovechando el conocimiento que el uniformado tenía sobre las disposiciones del lugar, y dónde estaban guardados los diez millones de pesos que fueron robados. Por eso el magistrado los sindicó como cabecillas de la banda y organizadores del atraco.

Con una participación aparentemente menor, aparecen Zeniquel y Martínez. Fueron catalogados como "subordinados" de los demás, e incluso, el policía Oscar Javier Barrientos, atacado con fiereza cuando lo redujeron a culatazos debido a su condición de custodia del edificio, los reconoció como partícipes del hecho, aunque ambos lo niegan rotundamente.