Buscan evidencias de enfermedades neurológicas en la forma de hablar

Sábado 22 de julio de 2017 | 04:00hs.
Foto: Imagen Ilustrativa

La forma de hablar podría revelar ciertos signos de trastornos potenciales, según conclusiones de un grupo de científicos. A no asustarse: mucha gente dice "esteeee" y tiene problemas para recordar nombres, sin que eso implique que sufre de algún trastorno mental o cognitivo.

"Es algo normal de la edad, cosas que uno puede recordar más tarde y que no van a afectar una conversación", expresó una participante del estudio, Kimberlay Mueller. "La diferencia aquí es que ocurre con más frecuencia en un breve período", interfiere con las comunicaciones y se agrava con el tiempo.

No obstante, para los científicos es una variable más de análisis. Las pausas, el alargado de las palabras y otros hábitos pueden ser un indicio de una declinación mental, que a su vez puede desembocar en el mal de Alzheimer, según el informe.

La detección en laboratorio paso a paso

Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison pidieron a la gente que describiese lo que se les mostraba en sesiones filmadas con dos años de diferencia. En aquellos con principio de trastorno cognitivo se notó un deterioro de la forma de expresarse mucho más acentuado que en aquellos sin esos síntomas.

"Comprobamos que hay ciertos aspectos del lenguaje que son afectados antes de lo que pensábamos", antes o al mismo tiempo que surgen los problemas de memoria, señaló uno de los impulsores del estudio, Sterling Johnson, de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Este fue el estudio del hablado más grande que se hizo con estos fines y si en el futuro nuevas pruebas confirman sus resultados, “podría ofrecer una forma sencilla de detectar tempranos síntomas de un deterioro mental”, auguran los expertos.

El objetivo: el Alzheimer

Unas 47 millones de personas padecen de demencia en todo el mundo y el mal de Alzheimer es su manifestación más común. Las medicinas actuales no pueden impedir el avance o revertirlo, solo pueden aminorar los síntomas. Y los médicos estiman que cuanto antes se detecten los síntomas, más posibilidades habrá de tratarlo, por lo que se hacen esfuerzos para detectarlo lo más temprano posible.

Los trastornos cognitivos moderados causan cambios visibles, aunque sin llegar a interferir con la vida diaria. Y no son un anuncio de la llegada del Alzheimer, aunque algunos -entre un 15% y un 20%- sí lo padecen.

Qué se les pidió a los participantes del estudio

Para ver si un análisis del hablado puede detectar los primeros síntomas de problemas cognitivos, los investigadores pidieron a 400 personas sin problemas cognitivos que describiesen una imagen y no percibieron cambios con su capacidad para expresarse de forma hablada con el correr del tiempo.

Luego hicieron la misma prueba con 264 personas que participaban en un estudio de gente de entre 50 y 70 años de edad del Registry for Alzheimer's Prevention de Wisconsin, la mayoría de los cuales tiene un padre con Alzheimer y podría correr riesgo de contraer la enfermedad. De ellos, 64 tenían ya síntomas de un deterioro o estos síntomas surgieron a lo largo de esos dos años, según otros exámenes neurológicos a los que se sometieron.

En la segunda tanda de pruebas, se percibió un deterioro más acelerado en la expresión de ideas y en la fluidez con que se expresaban (menor claridad, pausas y uso de muletillas). Usaban más pronombres como "eso" o "ellos" en lugar de nombres específicos para aludir a cosas o personas, empleaban oraciones más cortas y les tomaba más tiempo expresar lo que querían decir.

Conclusiones y un caso ilustrativo: Reagan

"Todos esos son indicios de problemas con todos los datos que procesa el cerebro", señaló Julie Liss, experta en el lenguaje de la Universidad Estatal de Arizona. Liss participó en un estudio del 2015 que analizó decenas de conferencias de prensa del ex presidente Ronald Reagan y encontró evidencias de cambios en su forma de expresarse más de una década antes de que le diagnosticasen el Alzheimer.

Otro estudio mencionado el lunes señala que la pérdida de la audición puede ser también una manifestación de un deterioro mental. Involucró a 783 personas del mismo proyecto de Wisconsin. Quienes de entrada revelaron que les habían diagnosticado problemas auditivos tenían el doble de posibilidades de desarrollar trastornos cognitivos en los próximos cinco años que aquellos a quienes no se les había diagnosticado problemas auditivos.