Carolina Pavón espera el fallo que le permitirá regresar al país

Domingo 19 de febrero de 2017 | 10:37hs.
La mujer se separó tras ser víctima de constantes episodios de violencia de género.

La misionera Carolina Pavón, que se encuentra retenida en Egipto por una restricción legal que le impuso su ex marido, está cada vez más cerca de regresar al país, luego de varios meses de innumerables trámites legales y pedidos de ayuda. Los jueces darían el veredicto en los próximos días.


En relación al tema, Pavón manifestó: “Estoy esperando que dictaminen los jueces, el jueves pasado trataron mi restricción, pero darán veredicto estos días”. Además, contó que “el divorcio ya lo tengo, sólo estaba esperando el turno para que traten mi restricción”.


Se trata de un impedimento que le impuso su ex esposo  Mahmoud  Tarfa por orden judicial, por lo tanto sólo otra orden puede anular la restricción. “No es tan complicado, pero los turnos son largos”, sostuvo Carolina.


La montecarlense sigue viviendo en Cairo bajo el resguardo de la embajada Argentina en Egipto, donde recibe toda la atención profesional y emocional durante la espera de la resolución de su caso.


Por otro lado, Pavón no tiene contacto con sus hijas desde diciembre de 2015. “Sin mis hijas, Egipto no tiene ningún sentido”, dijo.


A su vez, añadió: “No hay posibilidad de que me lleve a mis hijas de aquí. Lucharé por ellas cuando vuelva a ser una persona libre, desde mi país, y junto a mi gente”.


Carolina aseguró que tenía esperanza que en enero esté solucionada toda la cuestión legal para regresar a la Argentina, pero los tramites judiciales se hicieron largos, por lo tanto espera que en poco tiempo esté todo solucionado y pueda salir de Egipto para reencontrarse con su familia en  Argentina.


Pavón se casó en 2003 con Mahmoud Tarfa. Ambos vivieron en Egipto hasta el año 2004, luego se afincaron en Argentina, donde nació la primera hija que hoy tiene 11 años. En 2005 regresaron a Egipto y el matrimonio tuvo una segunda niña, que actualmente tiene 7 años.


Durante años, Carolina fue víctima de la violencia de género, lo cual causó que sea insostenible la vida en pareja y la llevó una crisis extrema. Tras separarse de Tarfa primero se refugio en la  casa de una familia amiga y comenzó los trámites de divorcio para poder retornar a Argentina.