Obereño detenido por golpear a su ex novia, sospechado de vender droga

Domingo 20 de agosto de 2017 | 09:05hs.
Federico está detenido en la seccional tercera de Oberá.

Casi tres años antes, cuando su identidad aún no había tomado trascendencia pública, el hombre recientemente acusado de haber mantenido cautiva a su ex novia y romperle el tabique nasal de un cabezazo, estuvo detenido bajo sospecha de cultivar y comercializar marihuana en una casa de alquiler de Oberá.

Es Federico K. (30), quien tras estar alrededor de tres días en la clandestinidad, escapando de la Policía que lo buscaba respondiendo a un pedido judicial de captura, a mitad de la semana pasada se entregó para hacer frente a los cargos de "lesiones graves agravadas por violencia de género, privación ilegítima de la libertad y desobediencia judicial", puesto que al momento de agredir a su pareja estaba vigente una prohibición de acercamiento consecuente de una anterior denuncia.


Pero en aquella oportunidad, cuando estuvo vinculado al narcomenudeo, el hombre gozaba de su libertad sin saber que era seguido se cerca por investigadores policiales de civil, que activaron una sigilosa vigilancia de sus actividades en razón de un alerta anónima emitida por un vecino del barrio Villa Blanquita.

Específicamente, la denuncia señalaba a un inmueble de la calle Patagonia al 241 como punto de cultivo y venta de plantas de cannabis sativa, como también marihuana procesada. Eso motivó el accionar de los detectives y fue el oficial Carlos Emilio Soza quien ingresó a la casa con autorización de la propietaria, constatando en el fondo del terreno una pequeña plantación de marihuana.

La Dirección de Toxicomanía solicitó la orden de allanamiento al Juzgado Federal, que no tardó en llegar y 8 de octubre de 2014, junto al Grupo de Operaciones Especiales (GOE) ingresaron al inmueble alquilado e identificaron a sus moradores, quienes resultaron ser el acusado por violento (Federico K.), Mauro A. (32) y Walter B. (30), éste último también vinculado recientemente a otra causa por comercialización de estupefacientes.

En la requisa del dormitorio de Mauro incautaron dos envoltorios plásticos conteniendo marihuana, un teléfono celular y en el bolsillo interno de un saco, un frasco de vidrio con 2.040 pesos; en la pieza de Federico secuestraron la computadora y otro teléfono; en tanto que de la pieza de Walter retiraron papelillos para armar cigarrillos. En la cocina hallaron una caja de cigarrillos conteniendo semillas de cannabis y en un armario una lata con marihuana procesada.
En el patio se contabilizaron nueve plantas de distintos tamaños.

Con esos elementos, los tres fueron detenidos e indagados, pero la por entonces jueza federal de esta ciudad determinó la falta de mérito y consecuente excarcelación de los sospechosos, motivando desde la fiscalía se presente un recurso de apelación que fue desestimado por la Cámara Federal de Apelaciones.

Se explicó que las pruebas no eran suficientes o generaban dudas sobre sus participaciones en el delito pero de todas maneras, los tres seguirían ligados a la causa, que aún no llegó a su fin.

Otra vez en prisión
Con ese antecedente Federico regresó a prisión la semana pasada. Pero esta vez por una causa totalmente distinta, que fue haber golpeado brutalmente a su pareja, Gloria (31).

De acuerdo a la denuncia que ella mismo radicó, el acusado irrumpió en su vivienda y la mantuvo cautiva durante horas, la golpeo y después se retiró llevándose su teléfono celular, dinero en efectivo y cheques por distintos valores.

Más tarde se comunicó con ella para decirle que si quería recuperar sus pertenencias debería dirigirse hasta su domicilio. La mujer fue hasta el lugar, donde -dijo- le propinó un cabezazo en el rostro que le produjo la fractura del tabique nasal.

"Me encerraba en mi propia casa, me sacaba el celular, me golpeaba y me sometía. El viernes me pegó una patada en el pecho y el sábado me dio un cabezazo que me rompió la nariz. Para colmo, lo denuncié y sigue libre. La verdad que tengo mucho miedo por la seguridad de mi hija y la mía" dijo la víctima en diálogo exclusivo con El Territorio.

Justamente, cuando se produjo la entrevista el acusado estaba prófugo porque le habían denegado una exención de prisión. Dos días después se presentó en el juzgado junto a su abogada y quedó privado de su libertad. Fue notificado de las actuaciones y recaló en una celda de la seccional Tercera, donde aún permanece mientras se analiza un pedido de internación a causa de su adicción a los estupefacientes.

La captura fue celebrada por la víctima, quien se mostró más tranquila respecto de su seguridad y la de su pequeña hija. "Después de que me pegaba, me decía ‘te amo tanto, que mi forma de amar la canalizo así. No sé qué hacer con tanto amor que siento por vos’, y yo no le denunciaba. Me decía que me encerraba y me pegaba por el bien de nuestra relación, para que no me vaya. Llaveaba la puerta y guardaba la llave en el bolsillo, me sacaba el celular y me decía que no trate de luchar porque iba a ser peor para mí. Y yo no gritaba por vergüenza. Un montón de veces me encerró así" reconoció Gloria, que ahora quiere retomar su vida lejos del hombre que la sometía.