Convertir a Misiones en zona franca podría salvarnos

Martes 17 de enero de 2017 | 06:30hs.
El último feriado, unas 125 mil personas traspusieron el puente internacional.

El sector comercial y empresarial de Misiones está pasando por lo que es sin dudas uno de los peores momentos económicos de la última década. Esto debido a las asimetrías económicas que se generaron en el último año, a partir de medidas del gobierno nacional, como la liberación del tipo de cambio y otras, que sumado a la creciente inflación, ha llevado a que una gran cantidad de misioneros y vecinos de otras provincias hagan compras de todo tipo en Paraguay.

Poniendo así en jaque al comercio misionero y por ello la búsqueda de soluciones para las asimetrías es ya una urgencia.
Propuestas de todo tipo surgen cuando se sale en busca de referentes de la política y de la economía local. Entre ellas, la posibilidad de transformar a Misiones en una gran zona franca, donde el comercio con los países limítrofes sea prácticamente libre, o al menos lo sea en algunos rubros.

Esto, acompañado de una serie de beneficios fiscales que permitan al comercio local ser competitivo en los precios ante sus pares de las orillas lindantes, ya sean de Paraguay o de Brasil. Así, según algunos proponen, la asimetrías podrían desaparecer y en Misiones la actividad económica podría volver a ser pujante.

Las bases para esto están centradas en la propia creación del Mercosur. Y tenemos a mano, y muy cerquita, un ejemplo de cómo implementarlo. Así lo explica Alfonso Arrechea, un abogado misionero que brega por “el corrimiento de las aduanas” para implementar en Posadas, y por qué no en todo Misiones, un sistema similar al que tiene la Receita Federal de Brasil en Foz do Iguazú.

Pero esta propuesta del letrado misionero no es la única en esa sintonía. En septiembre pasado, la diputada nacional Silvia Risko presentó un proyecto de ley en el Congreso Nacional para instaurar en Posadas una zona franca de comercio (ver página 13).

Teniendo en cuenta que, de los 1.391 kilómetros de frontera que tiene Misiones, sólo el 9 por ciento limita con el territorio nacional, que comparte 900 kilómetros de frontera con Brasil y 367 kilómetros con Paraguay y que son 34 pasos fronterizos habilitados, no estaría de más pensar en ampliar esa propuesta que sea toda la provincia de Misiones la que tenga un régimen aduanero e impositivo especial que le permita al comercio local ser competitivo. Esto, de pensar una solución integral para el problema de las asimetrías, es  lo que pide uno de los colegas de Risko en el Congreso, el diputado por Cambiemos Alex Ziegler.

El cóctel

Pero no todos consideran que el camino sería el de una zona franca de libre comercio, aunque sí coinciden en que la génesis del problema es de índole impositiva. Por ello, se busca la solución por otro lado. Por el lado de una reforma impositiva, en el largo plazo, y por el tipo de cambio, en el corto plazo. En ese sentido, el ex gobernador de Misiones Maurice Closs, actualmente diputado nacional, sostiene que las asimetrías son producto “de un cóctel explosivo” que lo conforman la presión fiscal, las cargas patronales y los costos de logística (ver página 13). Por ello, para el legislador hace falta una reforma fiscal, que llevará tiempo y discusión. Por lo pronto, considera que la salida más rápida está en variar el tipo de cambio.

Similar es la posición de los empresarios. Tanto Carlos D’Orazi, comerciante posadeño y miembro de la Cámara de  Comercio e Industria de Posadas (CCIP), como Alejandro Haene, vicepresidente primero de la Confederación Económica de Misiones (CEM), consideran que el problema de las asimetrías se genera a partir de la política impositiva. Lo que llaman “el costo argentino” (ver página 11). Para modificarlo piensan que es necesaria una reforma fiscal o una serie de beneficios para Misiones, por su condición de frontera poco competitiva. Aunque esto último lo consideran muy difícil, ya que no creen que el gobierno nacional esté dispuesto a dar beneficios diferenciados.

Mientras todo esto sucede y se analiza, miles de misioneros traspasando la frontera, en especial por el colapsado centro de frontera del puente San Roque González de Santa Cruz, deben realizar colas de más de cinco horas para volver al país, tras haber comprado, a menos de la mitad del precio local, ropa, electrónica y hasta cervezas.

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