Capturaron en Argentina a uno de los prófugos más buscados de Perú

Viernes 21 de abril de 2017 | 18:53hs.
Bhel Boy Santillán Ríos, acusado de robos, extorsiones y homicidios, se había fugado de un hospital penitenciario en 2015.

Hoy por la tarde, la Policía Federal detuvo en la esquina de Libertador y Callao a Bhel Boy Santillán Ríos, alias "Servando", uno de los ocho prófugos más buscados de Perú, acusado de robos a bancos y cambistas, tenencia de drogas y asesinatos sicarios con una recompensa de cien mil soles sobre su cabeza, poco más de 30 mil dólares.

No fue fácil detenerlo. "Servando", con una alerta roja de Interpol sobre su cabeza, estaba catalogado como un criminal violento propenso a fugarse. Se resistió al arresto e hizo falta reducirlo, en un operativo bajo la firma del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.

Santillán Ríos, de 35 años, había hecho quedar como unos tontos en noviembre de 2015 a los efectivos del INPE, el servicio penitenciario peruano, que debían vigilarlo en el sector de cirugías hospital Daniel A. Carraón, zona del Callao. Preso desde 2013 en el penal Sarita Colonia, "Servando" se escapó del hospital gracias a la ayuda de un grupo de hombres armados. No era su primera huida; ya lo había hecho en 2010. Los penitenciarios terminaron echados. Así comenzó una cacería en su contra.

Medios peruanos aseguraron que Santillán Ríos había sido arrinconado en un suburbio de Lima. Mientras tanto, un programa de televisión lo mostraba paseando despreocupado en una camioneta por las calles de la capital peruana con un nuevo reloj y anillo de oro, hasta se lo vio tomándose una selfie en un shopping. En su fuga se sometió a cirugías estéticas para cambiar su cara y aclarar su tez. "Servando" tenía contactos al menos útiles: se sostuvo que la Banda del Barrio King, la mafia para la que trabajaba, lo había soltado del hospital.

Lo habían liberado, aparentemente, con un solo fin: matar a Wilbur Castillo, un ex mafioso devenido en colaborador de la Policía que recibió más de 40 balas en su auto. También se sospecha que asesinó a otro cambista.

La investigación de la PFA reconstruyó que "Servando" había escapado de Perú hacia Paraguay. Luego, en Bolivia se hizo con una identidad falsa y obtuvo documentación para entrar a la Argentina.

A pesar de toda su peligrosidad, la recompensa de "Servando" no es la más grande que lanzó la Policía del Perú. El primer premio en el rubro del crimen organizado se lo lleva Gerson Aldair Gálvez, alias "Caracol", uno de los mayores capos del narcotráfico en el Callao y el jefe de "Servando" en la mafia del Barrio King, buscado por el atentado al auto Porsche de Gerald Oropeza, uno de los máximos jefes narco del Perú contemporáneo. El precio sobre su cabeza es de 500 mil soles