Luego de liquidar a Snapchat, Instagram empieza a copiar a Pinterest

Martes 18 de abril de 2017 | 23:00hs.

Cuando todavía está culminando su proceso de copia a Snapchat en un arrebato de rencor tras el "no" a la compra por parte de Facebook en 2013, Instagram sigue ampliando sus miras y su acelerón a la hora de introducir novedades en la app. Tras tenernos acostumbrados durante años a meter una novedad al año de forma discreta, en los últimos tiempos está actualizándose con novedades mayores y mucha frecuencia. Después de Stories, que han cambiado por completo cómo usamos Instagram, llega la hora de apuntar al modelo de Pinterest con las colecciones.


Hace unos meses, Instagram dio la posibilidad de "guardar" contenido de otros para acceder a él de forma rápida y privada. Nadie sabe quién guarda su contenido, es una sección completamente privada a ojos de terceros. Es ideal para guardar cualquier tipo de contenido que nos resulte útil en un futuro. Por ejemplo, un outfit que vamos a imitar, una receta de cocina que queremos probar, una foto de pareja que trataremos de emular o una forma de organizar nuestra casa que intentaremos replicar. En Instagram siempre hemos podido ver todas las fotos o videos a los que dimos un "me gusta", pero esto era poco práctico por lo masivo de este contenido, además de poco privado, ya que implica que el dueño del contenido sepa que hemos interactuado con él. Ahora las colecciones se hacen organizables en carpetas.


Es decir, podemos clasificar todas las fotos y videos que "guardamos" en una suerte de álbumes: recetas, ropa, amor, selfies creativas, las mejores fotos de la persona de la que estoy enamorado secretamente, tatuajes... La esencia de Pinterest llega a Instagram. Si además pensamos en las posibilidades comerciales que han llegado y llegarán a Facebook y sus productos, podemos vislumbrar en el futuro una nueva vía de monetización: colecciones patrocinadas, galerías que se transforman en públicas para que cualquiera las pueda seguir (como quien sigue una playlist de Spotify que otra persona ha creado y va actualizando), o directamente fotos con un enlace para la compra de lo que se ve (un accesorio para el celular, unas zapatillas, una falda...).


Algo que falta para dar más sentido a este movimiento, y todavía está por ver si llega, es tanto un buscador algo más vitaminado para localizar contenido específico, como una interfaz que fuerce un poco más a etiquetar mejor las imágenes subidas... algo que sólo tiene sentido cuando hablamos de perfiles abiertos, no privados. La inteligencia artificial podría ayudar a reconocer patrones de imágenes y que sugiera etiquetas que se añadan con un mero toque.


En conclusión, del primer Instagram, únicamente para compartir fotos en tiempo lineal, prácticamente no queda nada. Los múltiples formatos y chucherías que Facebook (Zuckerberg) le introdujo a pasos agigantados, y que por cierto les funcionan, nos hacen reflexionar que cada vez hacemos lo que las redes quieren que hagamos; estar todo el tiempo conectados.