En Montecarlo, Timón desarrolla la actividad desde el 2011

Domingo 28 de mayo de 2017 | 08:54hs.
“Es bueno contar con este espacio para brindar una alternativa a los niños, jóvenes y adultos”, sostuvo Maxi Scheibe.

En el año 2010, comienza a realizarse un Plan Provincial de Capacitación y Formación de Grupos Teatrales, generado por el entonces representante provincial de Misiones ante el Instituto Nacional de Teatro (INT), Orlando Marcelo Rodríguez Callier, con el objetivo de formar un grupo estable en esta localidad y otros puntos de la provincia. Esto para desarrollar, fomentar y promover el teatro en las casas de la cultura del Bicentenario.

 

Una de las directoras residentes elegidas fue Liliana Rizzo, destinada a la localidad de Montecarlo. En septiembre de 2010, comienza con las clases, el período propuesto por el INT de siete meses fue cumplido en término y en abril 2011 se realizó la primera presentación del grupo Timón con la muestra Expres-Arte, inaugurando también la Casa del Bicentenario. En mayo de 2011, eligió a su responsable y se registró en el INT como grupo de teatro independiente de Montecarlo.

 

El grupo tuvo altibajos pero siempre supo salir a flote y de a poco fue sumando gente a la propuesta cultural que ofrecen. Hoy día, Timón tiene una escuela de teatro municipal y trabaja con niños, adultos y jóvenes.

 

En la actualidad, la escuela cuenta con más de quince alumnos, donde también participan los miembros del grupo Timón cuya representación está a cargo de Maximiliano Scheibe. Además, todos aquellos actores que se van formando en la escuela municipal, se van sumando al grupo para comenzar a realizar nuevas obras y de esta manera toman lugar dentro del grupo.

 

Sus integrantes están pensando en una nueva propuesta para lograr la continuidad del fomento y repercusión del teatro en la comunidad a partir de un trabajo artístico, social y cultural. Rizzo intenta transmitir la necesidad de realizar una convocatoria abierta a todos los interesados a formarse en esta disciplina.

 

Todos los ingresos que se obtienen a partir de las presentaciones y espectáculos que se van produciendo se utilizan para la compra o renovación de vestuarios, escenografía o elementos necesarios para el buen funcionamiento de la escuela. Además de ello, se realizan funciones gratuitas en los barrios -ya que muchas personas no se pueden acercar hacia el espacio que utilizan- o en beneficio a alguna institución que necesite una mano. El grupo siempre está abierto para todas las personas que quieran traer propuestas nuevas.

 

“Por ahí para juntar fondos realizamos distintas actividades. Este 25 de mayo, por ejemplo, teníamos a la venta pastelitos y así van surgiendo cosas para poder afrontar los requerimientos de cada obra que planteamos”, sostuvo Scheibe, uno de los integrantes.

 

Por otra parte, destacó: “Es bueno contar con este espacio porque es una opción más de acercarnos a este arte, de transmitir muchas cosas y además de brindar una alternativa a los niños, jóvenes y adultos, alejarlos de los vicios y que hagan algo con lo que se puedan expresar”, sostuvo el joven actor.

 

Las clases de Timón se realizan los sábados de 10 a 13 (en la escuela municipal) y de 15 a 18 el grupo trabaja en obras y nuevos proyectos. Desde sus inicios en 2011, Timón representó varias obras teatrales en las que deleitó al público con obras de suspenso, comedias, unitarios, entre otros.

 

Los valientes que sostienen El Taller en San Vicente
Lucila Morales es directora y creadora del grupo El Taller y mentora del festival de teatro de San Vicente, reconocida por su aporte a la difusión de la cultura. Esa trayectoria es la que le permite definir al teatro independiente como “el que se autogestiona con producción propia y/o subsidiado por instituciones culturales, como las entidades y organizaciones creadas a nivel nacional y provincial para fomentar y promocionar el teatro”.

 

La teatrera contó que su grupo sobrevive “de a ratos”, ya que los que se acercan a hacer teatro lo hacen en forma vocacional, sin el compromiso capaz de sostener la actividad a pesar de todo. “Hay que ser muy cómplice del teatro para sostenerlo a través del tiempo”, confiesa.

 

El Festival de Teatro en San Vicente sobrevive por las mismas razones, priorizando la actividad teatral sobre cualquier otra cosa y manteniendo una conciencia fomentadora. “Pero cuesta mantener la continuidad. Y como es un trabajo destinado a una minoría de público, se complica aún más. Sobrevive gracias a una minoría de valientes que aportan recursos, además de los subsidios del Instituto Nacional de Teatro (INT) que hacen posible la realización de este festival”, se lamentó y celebró al mismo tiempo.

 

Para Lucila, el teatro es parte de su vida y deja cualquier cosa de lado para hacerlo. Vive en San Vicente desde 1986 transformándose desde ese momento en una referente ineludible del quehacer teatral en la ciudad y en la zona. Fue distinguida en varias ocasiones por su propia comunidad y a nivel nacional el año pasado con el Premio a la Trayectoria en el NEA por el Instituto Nacional del Teatro.