Los problemas de infraestructura continuarán hasta fin de este año

En la edición de este diario del 12 de enero del año pasado, el director de Fronteras del Ministerio del Interior de la Nación, Fernando Cafasso, prometía que para febrero de ese año estarían listas una serie de nuevas casillas para agilizar el paso fronterizo entre Posadas y Encarnación. Esa promesa nunca se cumplió, puesto que la obra se habría retrasado por cuestiones de la burocracia administrativa, según afirman.
Ahora, Cafasso volvió a charlar con El Territorio y aseguró que las obras de infraestructura para remodelar la cabecera argentina del puente estarán terminadas recién para fin de este año.
“Las obras están en plena ejecución y cuando termine la primera etapa a fines del mes de julio, se instalarán las 20 nuevas cabinas de control que junto a las nuevas tecnologías como los lectores de patentes, lograrán agilizar el paso de las personas por el puente que une Posadas con Encarnación”, aseguró el funcionario del Ministerio del Interior. Esas casillas, luego, deberán ser puestas en funcionamiento, y serán complementadas por el resto de la obra, lo que tomaría otros seis meses.

Cafasso explicó que “si bien las obras están planificadas desde hace bastante tiempo porque sabemos que ese es el paso fronterizo más transitado, la firma de convenios, los llamados a licitación y la ampliación del proyecto original, retrasaron el inicio de las tareas”.
El funcionario nacional negó que “sólo haya un cartel que señala la obra” porque destacó que estuvo en el lugar a mediados de diciembre. “Vi cómo estaban trabajando las máquinas y los operarios. Puede ser que el ritmo se vea un poco más lento por las fiestas de fin de año. Pero la obra está en plena ejecución y no es cierto que no se está haciendo nada”.
Según Cafasso “lo importante es que las obras ya se iniciaron y que forman parte de una reforma integral de todo el centro de frontera para transformarlo en un nuevo espacio donde se puedan efectuar los controles necesarios pero que esta tarea no implique una demora excesiva en el tránsito de las personas”.
El director de Fronteras dijo que “es necesario tener en cuenta que un paso internacional no se puede cortar y por lo tanto todas las obras se deben ejecutar sin detener el tránsito de la zona, lo que implica también una serie de protocolos de seguridad para evitar accidentes”.
El funcionario nacional destacó que la obra de remodelación integral de la cabecera argentina del puente internacional consiste en bifurcar la zona en dos áreas, una para el ingreso y otra para el egreso del país.
Seguidamente dijo que “los trabajos de movimiento de suelo y de elevamiento del nivel que era muy bajo para el área de salida del país estará terminada a más tardar en el mes de mayo y está a cargo de la Entidad Binacional Yacyretá porque empalma con la zona de costanera.
En tanto que la cabecera propiamente dicha del puente por donde actualmente ingresan y egresan los vehículos, será remodelada para que por allí sólo se produzca la entrada al país y eso estará terminado hacia fines de este año”.
En ese sentido, Cafasso explicó que “primero se terminará toda la infraestructura del área de salida del país y recién después de eso se iniciarán las obras en la cabecera propiamente dicha, porque no podemos cerrar el puente y hacer todo al mismo tiempo. Tenemos que desarrollar la obra en etapas para no obstruir el flujo de personas”.
Asimismo, el director de Fronteras del Ministerio del Interior destacó que la obra demanda una inversión total de 180 millones y que cuenta con el financiamiento de un crédito del Fonplata, que es el Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata, que integran Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia con el objetivo de lograr la integración armónica de esas naciones.
Finalmente Cafasso expresó que “el objetivo de estas obras de remodelación, que representan la mayor inversión en pasos de frontera del país, van a significar no sólo la agilización del tránsito de personas y de vehículos por el viaducto sino también el fortalecimiento de los controles obligatorios que se deben realizar en el lugar”.
Según el funcionario “es una obra de remodelación total, que difiere mucho del proyecto original que era más bien un paliativo. Se decidió hacer algo que sirva para por lo menos los próximos 30 años del puente”.