Crece el temor en Montecarlo tras el asalto a los Hermann

Lunes 5 de diciembre de 2016 | 11:36hs.
Los malvivientes ingresaron a la casa luego de reducir a Norberto en la carpintería que queda a unos metros.

Los minutos de terror todavía resuenan en la cabeza de los Hermann, familia de colonos asaltada por una banda de encapuchados fuertemente armados el último jueves en esta localidad. En los cuatro días transcurridos -fueron asaltados durante la mañana-, no se han reportado detenciones ni mayores avances en la investigación, por lo que las hipótesis de que se trate de forajidos paraguayos parece ir tomando cada vez mayor fuerza.


La localidad se muestra muy preocupada y los vecinos no dejaron de recordar episodios similares, como el asalto a Jorge Wiedmann  y Juan Kredelbeck, en julio del 2015, por entonces viceintendente y concejal de la localidad, respectivamente, sin contar con el crimen de Héctor Knott en 2014.


En este contexto, este medio pudo acceder a algunos detalles del violento robo ocurrido días atrás en base a familiares y allegados.


Como ya se informó, el asalto ocurrió cerca de las 10, a unos cuatro kilómetros del casco urbano de la localidad. La zona es conocida como Línea Aterrada, donde varios colonos e hijos de inmigrantes han echado raíces. Hasta la casa donde viven su ex mujer y su madre había llegado Norberto Hermann, para trabajar como todos los días en la carpintería de la familia.


Promediando la rutina matutina, Norberto fue sorprendido por cinco delincuentes que, a culatazos con armas cortas, no tardaron en reducirlo y dejarlo tendido en el suelo. El golpe, se cree, estaba planeado con mucha anticipación. Los malvivientes tenían cuerdas que utilizaron para atarlos de pies y manos para luego llevarlos hasta la casa, distante a unos cuantos metros.


Allí se encontraban la ex esposa de Norberto, Hilda B. (65), quien advirtió la escena pero no pudo dar aviso a la Policía, el hijo de ambos, Ariel (31) y la abuela de éste, Herna (94). Según los testimonios de la familia, los malvivientes escucharon a un peón que cortaba pasto con machete muy cerca y también lo llevaron como rehén al interior de la morada.

Abuela coraje
Cuando tuvieron a todos reunidos en la sala, la violencia se tradujo en insultos y amenazas de muerte, siempre apuntando con las armas de fuego. Según pudo reconstruir El Territorio, todos fueron apuntados y obligados a tirarse al suelo, algo que temerosos obedecieron inmediatamente. Todos menos Herna. La oma, con sus 94 años, se plantó.

En alemán y pese a que un cañón la apuntaba, dijo que ella no se iba a tirar al suelo. Prefirió, sin embargo, levantarse y salir a sentarse en su silla en la galería. Se excusó, sin dejar lugar a oposiciones, que por su edad y además la situación que estaba viviendo necesitaba tomar aire y allá fue. Uno de los delincuentes la acompañó y le dijo que no grite.


Mientras esto sucedía, tres de los malvivientes requisaron todos los muebles de la vivienda en busca de joyas, dinero en efectivo y objetos de valor. Hasta hurgaron en una bolsa de harina para ver si no había algo de valor oculto. Hallaron 2.000 pesos argentinos y 2.000 euros ocultos en una habitación.


Antes de huir palparon los bolsillos de Norberto se hicieron con 800 pesos más y los celulares que había en la casa. Al cambio de hoy, más todos los objetos el botín se acerca a los 40.000 pesos.


“Nunca me pasó algo así en los 64 años que estoy en Montecarlo”, relató Herna a sus cercanos horas después. La familia, obviamente, les cuesta dormir por las noches y el temor de que los encapuchados -todos jóvenes según la abuela- vuelva a aparecer. Dicen que son muy vulnerables al estar prácticamente solos y para más la comunicación es cada vez más compleja.


Luego de lo sucedido, Norberto fue quien dio aviso a los efectivos de la comisaría local. Según relató, todos los integrantes de la banda vestían ropas oscuras y  podrían ser paraguayos, ya que se comunicaban entre sí en guaraní. Todo por estas horas es todo materia de investigación.


Luego de la denuncia, Norberto tuvo que ser ingresado al hospital local debido a las graves lesiones con las que llegó. Ingresó con un fuerte traumatismo contuso cortante en la frente, junto con escoriaciones en todo el rostro producto de los golpes de puño. Fue dado de altas horas después, aunque hasta ahora se está recuperando.


Efectivos de la división de Investigaciones de la Unidad Regional III han estado trabajando desde entonces en buscar sospechosos e incluso se han iniciado el cruzamiento de datos con sus pares de Paraguay.  No obstante esto, hasta ahora no se reportaron mayores avances.

Auge de robos calificados
En  julio de 2015, la localidad  de Montecarlo terminó de dejar atrás la tranquilidad y seguridad propia de un pueblo. El día 19 tres delincuentes sorprendieron al ex concejal Juan Kredelbeck en su casa en el barrio Las Flores. Los malvivientes, todos armados y encapuchados, fueron muy violentos y terminaron  llevándose 20.000 pesos y un auto que después abandonaron.


Cuatro días más tarde fue el turno del ex viceintendente de la ciudad, Jorge Wiedmann, en su vivienda ubicada, a unos tres kilómetros del acceso a Montecarlo. También con armas y mediante golpes y amenazas huyeron con 2.800 pesos.