Asaltaron en Brasil a dos choferes posadeños que iban a Florianópolis

Miércoles 30 de agosto de 2017 | 06:56hs.
La unidad de la empresa Crucero del Norte se averió y recibió un balazo. | Foto: Gentileza Policía Militar de Brasil

Una delegación de cuatro personas que se movilizaba en un colectivo de larga distancia desde Posadas a Florianópolis fue asaltada y secuestrada en Brasil en la jornada del lunes. El hecho ocurrió en el interior de la localidad santacatarinense de Ponte Serrada, a 280 kilómetros de la frontera seca, y los delincuentes usaron armas largas y obligaron a dos de las víctimas a desnudarse antes de huir.

Los momentos de mucha violencia y disparos, según expresaron los principales medios de la zona, se extendieron hasta la madrugada de ayer contra dos choferes de la empresa Crucero del Norte y dos pasajeras. Al menos cuatro malvivientes utilizaron dos vehículos y se llevaron más de 10.000 pesos y 1000 reales, además de equipajes, que por fortuna fueron recuperados por la Policía local.


Las víctimas fueron identificadas como Elvio Arias (53), Alberto Galeano (55), ambos posadeños, y las pasajeras Ayelén Katherine Ramírez (26) y Isidora Ester Gómez (71), de quienes no trascendieron mayores datos. El colectivo había ingresado a Brasil por Bernardo de Irigoyen, confirmaron fuentes consultadas.

Según pudo reconstruir El Territorio, los efectivos locales de la Policía Militar recibieron el llamado de un ciudadano que circulaba por la ruta BR 282 y vio que la unidad entró en un camino de tierra escoltado por un auto brasileño, algo que le pareció muy sospechoso. Ante la posibilidad de que se estaba cometiendo un delito, se mandó una patrulla a la zona.

Los efectivos se metieron por el camino señalado por el denunciante e hicieron unos 300 metros hasta cruzarse con un Fiat Marea en el que viajaban tres delincuentes. Al ver la presencia policial, el conductor paró el auto y todos se bajaron para meterse en una zona de montes del lugar. Las informaciones recogidas indican que hasta ahora no fueron hallados.

En el vehículo estaba el dinero y el equipaje, así como 15 botellas de vinos argentinos, un tacógrafo digital, tres celulares, perfumes y prendas de vestir y zapatos sueltos que pertenecían a las víctimas. En el rastrillaje los efectivos localizaron una mochila que contenía una motosierra con llaves y elementos de mantenimiento, un estuche para una escopeta, una cartucho calibre 12, un celular y una pipa artesanal.

La comisión siguió camino adentro unos cinco kilómetros y finalmente se topó con el colectivo Volvo con vidrios rotos y un orificio de bala. Los ocupantes habían ido a pedir ayuda, pero lograron ubicarlos de inmediato.

Uno de los choferes que se entrevistó con las autoridades expresó que la secuencia empezó después que salieron de una estación de servicio, donde habían cargado combustible. Según su relato, el Marea los pasó en la ruta y fue delante de ellos varios kilómetros, hasta una zona de sierras. En ese lugar, el coche se emparejó con la unidad y uno de los delincuentes disparó contra la puerta del lado del conductor.

Intimidados por las armas y siguiendo las órdenes que venían de los desconocidos, al chofer misionero no le quedó otra que estacionar el coche en la vera de la ruta. Fue el principio del terror. Dos hombres armados y encapuchados con armas largas lograron ingresar a la unidad y a los gritos y amenazas uno ocupó el volante y lo condujo hasta un pinar lejano.

Según expresaron las víctimas, los forajidos fueron muy violentos, los sacudieron y patearon siempre con amenazas de muerte. Es así que tomaron todos los elementos que pudieron e incluso hicieron que las mujeres se desnudaran para revisarlas completamente y que no se les escape nada. Un Fiat Uno también había actuado de apoyo, pero tampoco fue identificado.

La unidad y los asaltados fueron trasladados para su atención médica y luego a la delegación de la Policía Civil de Ponte Serrada, a cargo de la investigación. Según expresaron fuentes de la empresa consultadas, hasta ayer al mediodía hubo inconvenientes para comunicarse con los trabajadores al volante, pero todo se solucionó.

El coche quedó en reparación y hoy podría volver con los trabajadores de la empresa.

Antecedentes
Luego de un verano donde muchísimos misioneros eligieron las playas brasileñas, sobre todo de Santa Catarina, el hecho no parece extraño. Varias familias fueron asaltadas violentamente y perdieron pertenencias, dinero y hasta automóviles.

En febrero, dos familias de Leandro N. Alem que se movilizaban en una camioneta fueron interceptadas en la ruta cuando volvían de Meia Praia con destino a Bernardo de Irigoyen. Silvio Anderson estuvo secuestrado por cuatro delincuentes por cinco horas y lo obligaron a separase de su familia, a quienes dejaron abandonados a su suerte en medio de la noche.