Un finde en Montevideo

Por Roberto Maack

Si existiría un modelo de ciudad amigable, esa sería la capital de Uruguay. Se parece a Buenos Aires en algunos aspectos. Pero es más bonita. Edificios antiguos, muchos museos, centros culturales, hasta los paseos por las callecitas de Ciudad Vieja, que tiene algo de San Telmo. Se parece a Buenos Aires pero sin las desventajas de la gran urbe, de la histeria del tráfico, de las grandes distancias.

Montevideo es un buen plan para un fin de semana largo. En auto desde Posadas son algo más de 1000 kilómetros. Se puede llegar en el día o hacer noche en Colón, Entre Ríos, antes de cruzar la frontera (hay unas posadas muy lindas cerca de la Costanera). Del lado uruguayo la ruta es muy tranquila, hay puestos de peaje, pero aceptan pesos argentinos.

Ya en Montevideo, es necesario planificar las salidas para aprovechar al máximo el día. El mercado del puerto, el mausoleo del general José Artigas en la plaza Independencia (tan cercano a los misioneros por su relación con Andresito y nuestra región), la rambla, los museos (en el Museo del Historia del Arte se exhibe la momia de una sacerdotisa egipcia donada al gobierno) y los edificios antiguos cargados de historia.

Para la noche sobran espectáculos donde sobresale la calidad de los artistas uruguayos. El Milongón es visita obligada para una cena show al ritmo de candombes, tangos, milongas y folclore. Para el principio o el final de la visita resérvese un almuerzo, o cena, para saborear la especialidad charrúa, el clásico Chivito uruguayo.

Y antes de pensar en el regreso, si queda tiempo y nafta en el auto, se puede llegar hasta Punta del Este (150 kilómetros) o Colonia, la antigua, a 180 kilómetros. Un paseo altamente recomendable.

 

Mirá el video en tu celular