La villa serrana de Nono ofrece variada gastronomía y un museo único

Viernes 19 de agosto de 2016 | 05:00hs.
Nono es una hermosa localidad del Valle de Traslasierra, caracterizada por su paisaje y su tranquilidad

Nono es una hermosa localidad del Valle de Traslasierra, caracterizada por su paisaje y su tranquilidad, que está situada al pie de las Sierras Grandes, a 134 Km de la ciudad de Córdoba y a la que se accede por el Camino de las Altas Cumbres, por la ruta nacional 20.

 

Separado de Mina Clavero por el pequeño poblado de Arroyo de Los Patos, tiene el privilegio de estar surcada por dos ríos de características completamente distintas: el de Los Sauces, de aguas cálidas y playas extensas; y el Chico, que en su recorrido encajonado entre piedras y desniveles forma cascadas y remansos que son un placer para la vista y el cuerpo.

 

Nono ofrece alternativas para todos los gustos: caminar por las calles del pueblo, cabalgar por las sierras, realizar excursiones guiadas y disfrutar de la arquitectura colonial, son sólo algunas de las opciones.

 

Cuatriciclos, parapente, cabalgatas, montañismo, mountain bike, pesca deportiva y trekking son las propuestas para toda la familia y con diferentes grados de dificultad, atendiendo los gustos y necesidades de cada uno.

 

Esta típica villa serrana, además de su encantador paisaje, ofrece una excelente gastronomía: sus habitantes la definen como el lugar indicado para disfrutar de la comida criolla, lo que se traduce en especialidades tales como cabritos a la llama, asado con cuero, empanadas fritas y truchas rellenas.

 

La plaza es otro de los atractivos de Nono: las construcciones que la rodean le dan un aire de pueblito detenido en el tiempo, donde tiene lugar la feria municipal de artesanías y productos regionales, que según los expertos, es una de las ferias más interesantes de la zona.

 

Nono no sólo tiene vista a las Sierras Grandes de los Comechingones y a las Sierras de Achala, donde se puede realizar trekking, cabalgatas y ciclismo de montaña; también moja sus pies en el dique La Viña, un límpido espejo de agua que brinda la posibilidad de tomar sol en sus balnearios, realizar deportes náuticos y practicar la pesca deportiva del pejerrey y la trucha.

 

Desde inicios de siglo XX, Nono ha sido productora de vodka de muy buena calidad, actividad que se debe al inmigrante de la nobleza rusoalemana báltica Roman von Rennenkampf, que estableció allí una destilería junto a Tania, su esposa rusa.

 

La otra particularidad es que en Nono existen pintorescas casas de té, donde el turista puede disfrutar de comidas regionales y repostería casera.

 

El Museo Rocsen, que se encuentra a 5 Km de la localidad de Nono, constituye desde su fundación en 1969 la muestra polifacética más importante del Valle de Traslasierra, abarcando todas las disciplinas: Ciencia, Arte y Tecnología.

 

Cuenta con más de 20.000 piezas entre las que se destacan momias, automóviles y colecciones diversas y está abierto al público desde las 9 de la mañana hasta las 20, en horario corrido, los 365 días del año.

 

Aquellos visitantes que elijan Nono como destino turístico para sus vacaciones de invierno o verano, no deben perderse la posibilidad de conocerlo.

 

El museo fue fundado por Juan Santiago Bouchon, su propietario, inmigrante bretón-francés que llegó a Argentina en 1950 y se estableció en Córdoba en 1959. Diez años más tarde lo abrió y hoy es categoría 4 estrellas en las guías internacionales y fue declarado lugar de Interés Público Nacional.

 

El nombre significa Roca Santa, y proviene de las etimologías latinas rocca y sacer, fusionadas por la lengua celta, que tenía una propiedad familiar de Biuchon, que se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Tal vez, lo que más impacta a primera vista en el museo es su impresionante fachada, en la que hay 49 nichos, debido a que 49 es el resultado de la multiplicación de 7 veces 7.

 

En cada nicho hay una estatua (realizadas por el propio Bouchon) que corresponde a un personaje distinto, que haya aportado algún conocimiento al mundo, además de haber sido pacifista y humanista.

 

Algunos ejemplos de las estatuas que componen la fachada son: Da Vinci, Martin Luther King, Kepler, Teresa de Calcuta, Durero, Hipatia y Pasteur.

 

Sobre la puerta de entrada al museo y en el nicho central, se encuentra una estatua de Jesús de Nazareth rodeado de niños. El largo de la fachada determina el largo del museo.

 

Por las noches, los turistas pueden concurrir a restaurantes, bares y pubs. Aquellos que prefieran un mayor ritmo nocturno, pueden trasladarse a la ciudad de Mina Clavero, que cuenta con discotecas, casino y bingo.

 

Los interesados en recorrer el valle de Traslasierra, pueden desde Nono trasladarse a otras localidades con encanto propio.
Los recomendados de la región son Villa Dolores, que tiene un hermoso centro comercial; Los Hornillos, ideal para realizar actividades vinculadas al turismo aventura y salud; y Villa Cura Brochero, con el tradicional Museo Brocheriano, en honor a la obra cristiana del sacerdote José Gabriel del Rosario Brochero, que propone un interesante recorrido cultural y religioso.