California: la familia que encadenó a sus 13 hijos dejó huellas de tortura en dos viviendas

Sábado 20 de enero de 2018 | 01:00hs.
Las manchas en la alfombra de la casa de Texas.
California sigue conmocionada. El caso de la familia Turpin, una pareja acusada de torturar y mantener cautivos a sus 13 hijos en California, todavía tiene muchas preguntas sin responder. En especial, el tipo de vínculo que tenían entre ellos y cómo el matrimonio ejerció semejante abuso de poder ante la fachada de una "vida normal". Después que otros familiares salieran a describir al clan, ahora aparecieron los actuales propietarios de las dos casas en donde vivieron y revelaron detalles estremecedores.

Los testimonios de los propietarios
Según su declaración, aseguraron que habían encontrado marcas de arañazos en puertas y armarios, lo que les llevó a suponer a los investigadores que en esos espacios habían encerrado a los menores.

El matrimonio de David y Louise Turpin vivieron entre 1992 y 1999 en una casa en Forth Worth, Texas. Pero esta propiedad la perdieron por no pagar la hipoteca. Los actuales dueños indicaron que cuando se mudaron estaba "en la miseria". En particular, por las marcas y manchas de suciedad en las alfombras.

Aunque en un primer momento pensaron que los arañazos podían ser de animales, cuando se enteraron del caso en los noticieros se dieron cuenta que eran rastros de tortura.

Pero no fueron los únicos que notaron algo raro. Los actuales propietarios de la segunda vivienda de los Turpin también describieron detalles espeluznantes. En la localidad de Río Vista, una mujer declaró que cuando se mudó allí encontró inusuales aberturas de ventilación en el armario del dormitorio principal.

La causa

La pareja del horror está detenida y la Justicia determinó que el beneficio de salir bajo fianza tiene un costo de 9 millones de dólares. Los Turpin realizarán su primera presentación ante la Corte este jueves y enfrentan cargos por torturas y abuso.

La heroína de la historia fue una de las chicas, de la que no trascendió el nombre. La adolescente de 17 años consiguió escapar de las garras de sus padres, salió a la calle y consiguió un teléfono. Así, advirtió a los policías que llegaron a la casa de la ciudad de Perris y los liberó a todos.

Fue la chica quien contó que ella y sus hermanos y hermanas estaban secuestrados en su propia casa donde sus padres los mantenían aislados del mundo. Algunos, incluso, tenían cadenas. "Varios de los chicos estaban atados con cadenas, en un ambiente oscuro y maloliente", confirmó un comunicado oficial de la Policía de Riverside.