Novo Airao: el portal de turismo ecológico en la Amazonia brasileña

Lunes 10 de abril de 2017 | 02:00hs.
Por Claudio Benites -Télam

Visitar la selva amazónica es ingresar a un destino mágico y uno de los lugares de mayor biodiversidad de la Tierra, para lo cual la capital del estado brasileño de Amazonas, Manaos, cuenta con numerosas opciones.

Una de ellas es Novo Airão, un pequeño municipio que se destaca por su concepto eco turístico y la alta calidad de sus prestaciones, a través de las cuales Télam realizó un recorrido por este gran pulmón del planeta.

Esta comuna se encuentra a unos 200 kilómetros de Manaos, una distancia considerada corta en un país de tan grandes dimensiones, en especial en Amazonas, donde todo queda siempre muy lejos.

En sus 37.500 kilómetros cuadrados alberga casi 18 mil habitantes y su nombre se refiere a la antigua Airão, un pueblo fantasma de los pobladores originarios, aunque es la traducción al portugués del castellano Airón, nombre de un dios pre céltico.

Está situado en la margen derecha del río Negro, uno de los ecosistemas más ricos y más importantes en la Amazonia y es conocido por sus playas de río de arena blanca, por la fabricación de barcos, su riqueza natural y lo pintoresco de sus pobladores.

Una selva espesa y lomadas de tierra rojiza bordean el camino de acceso, asfaltado pero carcomido por grietas y pozos, por lo que el trayecto demanda más de dos horas.

"Es uno de los temas que nos preocupa para acercar al turismo hasta este lugar", dijo a Télam, en un portuñol bastante entendible, Kleber Bechara, dueño de uno de los alojamientos que en Novo Airao proponen un turismo netamente ecológico.

El sitio, ubicado en un lugar privilegiado en la ribera del río Negro, es la más nueva boutique Lodge en el Amazonas, y uno de sus atractivos es su cercanía con la reserva natural de Anavilhanas, de rica biodiversidad.

Anavilhanas es uno de los mayores archipiélagos del mundo, con cerca de 400 islas, centenares de lagos y ríos (todas ricas en especies de vegetales y animales), y navegar entre sus manglares constituye una de las experiencias más impactantes de la estadía en el lugar.

Alojarse en su lodge es estar en contacto puro con la naturaleza de la selva amazónica, escuchar los sonidos de la selva, apreciar esa vida silvestre única y observar la increíble variedad de aves y los simpáticos perezosos moviéndose lentamente de los árboles.

Allí se puede descubrir a los silenciosos caimanes, la inquieta actividad de los monos, ver cómo las iguanas recorren indiferentes la zona y contemplar el vuelo suave y elegante de los gavilanes que le dan el nombre al lodge.

También es posible nadar en el Río Negro, practicar piragüismo y kayak, senderismo y disfrutar de la interacción con los extraordinarios delfines de color rosa, una maravilla imposible de concebir desde la lógica.

La población de Novo Airao tuvo su origen con un asentamiento de jesuitas, fundada en la hoz del Río Jaú, en 1668, aunque la región era habitada por varias comunidades indígenas, como los uaimirí, atroarí, crichanán, carabinari y jauaperí.

Todo indica que la misión o aldea de Santo Elías de Jaú (como era conocida) fue el segundo o tercer núcleo de población organizado por los portugueses en tierras amazonenses.

En el mismo sitio, Jean Daniel Vallatton, un suizo que reside allí desde hace más de 12 años, afirmó que "es un verdadero paraíso para los biólogos y ecologistas y nuestra intención es que sea un sitio de Turismo ecológico, cuidando no sólo el medio ambiente, sino a los pobladores nativos que existen en la región y que mantienen su cultura y estilo de vida".

Vallatton cambió su hogar natal por Novo Airao para encabezar la Fundación Almerinda Malaquías, dedicada a la educación y contención de niños y jóvenes de esa comuna.

"La idea es brindarles a los niños y jóvenes una alternativa frente a la escasa perspectiva de trabajo que aquí tienen", comentó en diálogo con esta agencia.
Sobre el método que utilizan, explicó: "Los instruimos en el trabajo con artesanías de madera y les ofrecemos una fuente de ingresos que les permita la subsistencia y una visión de futuro más promisoria".

Novo Airao es uno de los portales de ingreso a la selva amazónica, pero más que eso es el acceso a una aventura incomparable de naturaleza y presencia humana.

Desde Buenos Aires hay varias compañías aéreas que llevan a Manaos, de las cuales Aerolíneas Argentinas y Gol son las que ofrecen los trayectos más rápidos, con escala en San Pablo o Rio de Janeiro, que duran entre 6 y 9 horas, aunque Gol es la única que cuenta con un vuelo directo que llega en casi 5 horas.

Este servicio arriba a Buenos Aires a las 21.35 y parte hacia la capital amazónica a las 23.15, con llegada en la madrugada del domingo.

También Copa lleva con una escala, pero al ser ésta en la Ciudad de Panamá, el viaje se extiende a 21 horas, y otras compañías lo hacen con dos o tres escalas, algunas con largo tiempo de espera, con lo cual se alcanzan a las 40 horas totales de viaje.