La posadeña Yamila Rodríguez jugará este año en España

Jueves 4 de enero de 2018 | 21:22hs.
Foto: Marcelo Rodríguez

Yamila Rodríguez (19) es como un huracán, con sus goles va arrasando con sus objetivos y en dos años pasó de jugar en el Globo posadeño, a Boca, luego a la selección nacional de fútbol femenino y en los próximos días emprenderá viaje rumbo a España para jugar en el Club Santa Teresa, en la ciudad de Badajoz.

“Estoy en una nube, no caí todavía pero va a ser una experiencia muy buena igual que en Boca y la selección; tampoco no me olvido de Huracán, el club donde salí”, señaló una feliz Yamila, goleadora del Xeneize- su club actual-, que también tuvo su paso por el equipo nacional en el Sudamericano y que es el orgullo de una familia numerosa.

Yamila es la menor de diez hermanos, cinco mujeres e igual número de varones y fue en el barrio A 3-2 donde comenzó a dar sus primeros pelotazos emulando el juego de sus pares mayores y desafiando el reto de su madre.

“Mi mamá tenía miedo de que jugara con varones pero ahora está orgullosa de mí; no pensó que iba a llegar tan lejos”, dijo pícara y aferrada a la pelota mientras relata la vida que justamente la redonda la llevó a tener hoy la chance de jugar ante los mejores clubes del mundo.

“Me voy a cruzar con el Barsa, el Sevilla, el Real Madrid… todavía no lo creo. Me pone muy contenta porque todo mi trabajo y mi esfuerzo valió la pena. Si quiero vivir del fútbol, que es lo que me gusta, tengo que ir afuera porque acá no es profesional”, compartió.

Llenarse de cariño

Yamila llegó a la tierra colorada para pasar las fiestas y hacerse un ‘stock’ de abrazos y cariño de su gente antes de partir al Viejo Continente. Además, como es común en sus visitas a Posadas en los descansos que le da Boca, se hace presente en el Club Huracán, donde dio sus primeros pasos de su carrera. Hoy lo retribuye jugando con las chicas que, al igual que ella, sueñan con llegar lejos y es un ejemplo de que con trabajo se puede.

“Nunca había ido a Buenos Aires y gracias a jugar en Huracán lo pude hacer y no me olvido de eso, me abrió las puertas a lo que estoy viviendo, por eso cuando vengo le digo al Chino (Torres, DT del Globo), ‘armá algo que quiero jugar acá’”, señaló.

A su vez, el técnico rápidamente destacó la humanidad de Yamila y la elogió: “Algunos deportistas cuando se van de sus lugares de origen y regresan ya no comparten, no van al club pero ella sigue manteniendo su humildad y eso es lo que hace que un deportista sea más grande”.

A lo que su pupila respondió: “Yo siempre fui así, por más que esté en el club más importante, no me voy a agrandar porque el fútbol te enseña a ser humilde, a compartir y todos los que vivimos en el interior salimos de una cancha pelada, de tierra… yo necesito de esto, del barro, de mi gente porque eso es lo lindo de este juego”.

Yamila juega desde pequeña “siempre fui media varonera”, dijo con picardía, pero a los 17 años ya sabía que quería ir por más y sus dotes de goleadora la acompañaron.

Dos años llenos de juego
En tres meses junto al equipo de Huracán fue a una prueba en Reconquista, la vio el cuerpo técnico de la selección y de ahí sin escala estuvo en el 2015 en el Sudamericano sub 20, en Brasil -fue la goleadora del torneo con siete tantos- y Boca fue el club que se quedó con sus dotes de marcar en el torneo femenino que juegan los clubes afiliados a la AFA.

“Además soy hincha de Boca y jugar en la selección generó algo en mí que no lo puedo describir. Cuando entré al vestuario y vi mi camiseta con mi nombre no paré de llorar”, contó aún emocionada.

Pero esas vivencias no vinieron sin un trabajo arduo. Yamila viajó sola a Buenos Aires, lugar que antes no conocía, vivió en un hotel, luego en el predio de Ezeiza, después en un departamento que le otorgó Boca y “no fue fácil, me banqué entrenar de otra manera, extrañé mucho porque no es la misma vida; además no hay tere y ni reviro”, expresó entre risas.

Ya más madura y con ganas de seguir en el camino del éxito, la posadeña ahora dejará el club de sus amores y viajará en los próximos días a la ciudad de Badajoz para vestir los colores del Club Santa Teresa que juega en la Liga de España y que está necesitando de sus goles.

“Todo lo que sé del club, lo sé porque ‘googlee’ (risas), fue hace sólo una semana que mi representante me avisó que les gustó al club mis videos y como saben que soy goleadora de Boca, es lo que esperan de mí allá porque el club está abajo en la tabla esta temporada”.

Hoy aquellos días de escaparse para jugar con sus hermanos, de esforzarse para ir a Huracán, juntando peso por peso vendiendo pollos en el club, rinden sus frutos y Yamila lo comparte con su gente. “En el barrio me piden fotos y me genera mucha emoción, es algo nuevo pero lindo”, sentenció la goleadora que no le olvida de su tierra colorada la que manchó sus botines en el barro, algo que la enorgullece.