Montecarlo llora la partida de Luisa, la médica de los ancianos

Sábado 24 de febrero de 2018 | 13:41hs.
Luisa Neuberger de Van Duynen Montijn, murió a los 79 años.
Falleció la doctora Luisa Neuberger de Van Duynen Montijn, una mujer que apostó al crecimiento y los avances de la localidad de Montecarlo, falleció ayer 23 de febrero a los 79 años de edad. Nació en Montecarlo el 27 de septiembre de 1.938.

Durante 1957 fue docente en historia en la Escuela Normal Superior Nº 2  de Montecarlo cuando funcionaba en local de la Municipalidad por la mañana y a la tarde fue maestra de grado en la monotécnica nº 52.

En 1958 inicia sus estudios universitarios en la facultad de Medicina en Corrientes,  egresando en 1965  con el título de médica cirujana. En 1966 empieza a ejercer su profesión en Montecarlo, los primeros años fueron muy duros porque muchas veces tenía que trasladarse para los partos a cualquier hora del día a casas situadas lejos, en las colonias, con caminos muchas veces intransitables, atender a la luz de una vela o un candil. 

Fueron años en que casi todas las noches era despertada dos veces para atención médica. A partir de 1972 empieza a atender en su sanatorio propio, en el que finalizó sus actividades.

Trabajó en el hospital rural de Montecarlo muchos años. Desde la creación del hogar de ancianos de Montecarlo el 29 de septiembre de 1976 fue la doctora Luisa un baluarte de esa institución, ocupando los cargos de secretaria, tesorera y presidente. Lo más destacado y un sobresaliente mérito, que durante 27 años consecutivos fue la médica de todos los ancianos sin percibir dinero.

También se desempeñó como consejera de la Cooperativa de Electricidad de Montecarlo. 

La asociación de entidades alemanas y otras de Montecarlo, el 1º de octubre del año 2016 realiza un reconocimiento descubriendo una placa en la plaza Alemania con la siguiente inscripción:"Reconocimiento a su trayectoria desinteresada: Dra Luisa Neuberger 27 años de trabajo fecundo y al hogar de ancianos san roque- 40 años al servicio de la comunidad”. 

Eso fue un justo homenaje y reconocimiento en vida a una hija de Montecarlo, distinguida profesional y vecina.