Leonardo Sbaraglia obtuvo la Biznaga de Plata como Mejor Actor

Lunes 27 de marzo de 2017
El actor descubrió un monolito con su nombre en el Paseo de la Fama.
En su vigésima edición, el Festival de Málaga -hasta ahora centrado en el cine español- abrió sus competencias oficiales a la producción latinoamericana y la apuesta no pudo haber salido mejor.
Varios de los principales premios fueron para películas argentina, incluida la Biznaga de Plata por Mejor Actor para Leonardo Sbaraglia por El otro hermano, el regreso con gloria de Israel de Adrián Caetano con un duro thriller pueblerino inspirado en la novela Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued, y que llegará a las salas porteñas este jueves.
Con esta distinción el intérprete que en cine se lució en La noche de los lápices, Tango Feroz, Caballos salvajes, Plata quemada, Las viudas de los jueves, Luces rojas, Aire libre, Relatos salvajes y Al final del túnel, entre otros, sumó un nuevo reconocimiento en el festival que también le concedió el Premio Málaga.
En este sentido, el Festival quiso rendirle homenaje a su extensa trayectoria y quién mejor que su madre, la reconocida actriz argentina Roxana Randón para inaugurar la gala de entrega.
"Hemos querido galardonarle porque creemos que es la viva imagen de lo que queremos que sea el festival. La muestra de que la unión entre la industria cinematográfica española y la latinoamerica es posible", decía el presidente del festival, Juan Antonio Vigar, ya que el actor ha participado en un gran número de coproducciones hispano-argentinas, como Nieve negra, una de las dos películas que también le ha traído al festival.
Entre lágrimas, Sbaraglia confesó: "España me dio los años de madurez, de crecer, de tener que afrontar un mundo distinto y un lenguaje diferente".

Actuar en las dos orillas
"Un actor entre dos orillas" fue el título de tapa del diario del festival y, de alguna manera, al igual que antes Héctor Alterio y Ricardo Darín, Sbaraglia representa esa perfecta simbiosis buscada entre el cine español y el latinoamericano.
A sus 46 años, el galardón Málaga-Sur no le abruma, lo agradece pero se lo toma con una filosofía sencilla. "¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, ríe. “No hay que creerse nada, porque si no uno está muerto”.
"Este premio es lindo de festejar sobre todo por muchos actores que pueden tener visibilidad desde un pueblo de Chile o un rincón de Paraguay, que no tienen tanto mercado como la Argentina, México y Colombia", dice el actor premiado.
"En la Argentina hay tantas cosas que contar, tantas historias que transmitir y tantos profesionales haciendo cosas importantes que es fantástico que el Festival de Málaga abra esta ventana tan grande al cine latinoamericano", destacó. "Todos nos rompemos el culo, madrugamos, trabajamos durante horas sin parar y cuando una película sale bien es un milagro", agregó.
Sbaraglia, además, descubrió un monolito con su nombre y sus huellas en el Paseo de la Fama que el festival ha ido construyendo durante sus 20 años de existencia. "Al poner las manos en la estatua me dieron ganas de hablar con mi hija, y me emocioné al pensar que podrá venir a verlo algún día con sus hijos", aseguró.
Su vínculo profesional y vital con España, donde vivió de 2000 a 2008, sigue firme. “Hay que ir acomodándose a los cambios que vive el cine, con sus distintas plataformas, buscando nuevos estímulos y sugiriendo foros de encuentro. El cine debe de ser una fiesta de confrontación, un lugar de reflexión y encuentro. Lo más rico del cine es que sea el sitio donde uno pueda encontrarse con otros”.
Además de su trabajo con Darín en Nieve negra (ya estrenada con mucho éxito en los cines argentinos), Sbaraglia se destaca como el malvado en esa combinación entre el thriller, el drama pueblerino, el western moderno y las explosiones macabras cercanas al gore que es El otro hermano, donde interpreta a Duarte, un "pesado" con triste pasado en tiempos de la dictadura que parece manejar todos los hilos de la localidad chaqueña de Lapachito y se dedica a concretar secuestros extorsivos.
Allí se ocupará de que el personaje gris de Cetarti (Daniel Hendler) pueda cobrar un seguro de vida tras el brutal asesinato de su madre y su hermano. Desagradable y extremadamente violento, Duarte se suma así a la galería de notables creaciones de un Sbaraglia cada vez más dúctil que, quedó claro, no sólo es profeta en su tierra, sino también en España.

Más premios
En este vigésimo Festival de Cine en Español de Málaga se han incluido por primera vez producciones iberoamericanas en la sección oficial y se entregan dos Biznagas de Oro, una a la mejor película española y otra a la mejor iberoamericana.
En la primera entrega del festival abierta al cine latinoamericano en la competencia oficial, el jurado otorgó la Biznaga de Oro a Mejor Película Española a Verano 1993, ópera prima de Carla Simón.
Otros lauros importantes fueron para Últimos días en La Habana, del cubano Fernando Pérez (mejor película iberoamericana) y para la ópera prima del español Lino Escalera No sé decir adiós que acaparó el premio especial del jurado, el de mejor actriz (Nathalie Poza), mejor actor de reparto (Juan Diego) y mejor guión (que Escalera escribió junto a Pablo Remón).