El STJ allanó el camino para el juicio por el homicidio de Wasyluk

Lunes 27 de marzo de 2017
A un mes de cumplirse seis años del crimen, fuentes judiciales confirmaron que en el segundo semestre del 2017 se realizaría el debate oral y público por el homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), cuyo cadáver fue hallado en una celda de la Seccional Primera de esta localidad el 26 de abril del 2011.
El camino para el juicio quedó allanado luego de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) denegó el recurso de queja presentado por la defensa de dos de los policías acusados.
Dicha apelación fue interpuesta por la defensa de Pedro De Mattos y Carlos Antonio Gómez, la que pretendía una nueva pericia sobre la autopsia del cuerpo de la víctima, lo que ya había sido declarado inadmisible por el Tribunal Penal Uno.
Por su parte, la negativa del STJ se habría basado en lo extemporáneo del pedido, puesto que las partes dispusieron del período de instrucción para requerir dicha prueba y ofrecer medidas.
El Expediente N° 61428/2015 tiene como imputados a trece policías y está caratulado como “tortura seguida de muerte, omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
En tanto, desde la querella lamentaron la mora en la fijación de una nueva fecha de juicio para el caso Wasyluk, considerado un emblema de la violencia institucional en Misiones.
“Eso es realmente memoria activa y, con lo que ocurrió en el pasado, poder proyectar políticas de Estado que eviten la repetición de hechos de gravedad como la tortura, tratos inhumanos y aberrantes en nuestra Policía y Servicio Penitenciario”, opinó Rafael Pereyra Pigerl, abogado que representa a la familia de Wasyluk.
El expediente cuenta con un centenar de tomas fotográficas de la autopsia que dejó constancia de un sinnúmero de traumas violentos.
La secuencia da cuenta de hematomas con forma de suela de borceguíes sobre el dorso, laceraciones de bastones en el abdomen y marcas de un enrejado en el pecho por una enorme presión.
Estos datos no sólo indicarían las responsabilidades de los agresores directos, es decir los uniformados acusados, sino también los diferentes roles en la cadena de encubrimiento y la presunta negligencia.

Tres policías acusados
Desde un primer momento, los más implicados en la muerte de Wasyluk fueron el sargento Pedro De Mattos, del cabo Carlos Antonio Gómez y el agente Ricardo Javier Rodríguez, sobre quienes pesa la carátula de “tortura seguida de muerte”.
Los tres cumplían funciones en la Comisaría de Villa Bonita y fueron quienes redujeron y detuvieron a la víctima la noche del 25 de abril.
Para la Justicia, los citados fueron los responsables de propinarle el mayor castigo a Wasyluk. Los tres fueron liberados en mayo del año 2014 luego de abonar una caución de 50 mil pesos cada uno, puesto que estuvieron detenidos tres años, lapso mayor al que estipula la prisión preventiva. Por ello esperan el juicio en libertad, como los demás implicados.
Según consta en el expediente, luego de varios meses detenido, el agente Rodríguez decidió romper el silencio y contó con detalles cómo golpearon a Wasyluk. Asimismo, con lágrimas en los ojos reconoció que estaba amenazado por sus propios camaradas.
Por el mismo hecho están procesados Jorge Antonio Heijo y Wilson Ricardo González, acusados del delito de “omisión de denuncia de torturas e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
En tanto, Miguel Ángel Espíndola, Hugo Ariel Basaraba, Carlos Ariel Lentini, Andrea Rosana Harasimezuk, Alejandro Fabián Núñez, Luis Alberto Silva, Gustavo Javier Fontana y el médico policial José Orlando Morales fueron imputados por el delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Según la autopsia, la causa de la muerte de Wasyluk fue “un shock hipovolémico y asfixia por aspiración de líquido intestinal”. Sufrió una hemorragia masiva que impidió que su corazón pueda bombear suficiente sangre al cuerpo y sus órganos dejaron de funcionar.
El cadáver presentaba “múltiples lesiones traumáticas a nivel torácico de tipo compresivas, producidas con gran peso”, ocasionadas por el terrible castigo que sufrió estando esposado.


La agonía Las apelaciones presentadas por las defensas de algunos de los imputados hicieron hincapié en determinar dónde murió la víctima, puesto que se estableció que sufrió un brutal castigo a lo largo de varias horas y en distintas locaciones.
Tras ser reducido a golpes, fue detenido y trasladado a la comisaría de Villa Bonita y, ya esposado, siguió sufriendo un duro castigo. Ante el evidente malestar, el mismo lunes 25 por la noche se decidió su traslado a la seccional Segunda, donde no lo recibieron. Tampoco en la Primera quisieron hacerlo, ya que al observar el estado del detenido, el responsable de la guardia solicitó que fuera revisado por el médico policial en turno, Morales, quien estaba en un asado.
El médico habría subestimado la gravedad de las lesiones, al punto que luego la autopsia explicitó un brutal castigo. Uno de los efectivos de la Primera reconoció al entregar la guardia dejó constancia en el libro que “el informe médico no coincidía con lo que presentaba el detenido. Estaba muy mal, como que deliraba. Pedía por la mamá y una frazada”, reconoció. Se supone que agonizó por más de 24 horas sin asistencia.