En Oberá, casi linchan a un hombre por manosear a una joven

En Oberá, los gritos desesperados de una chica alertaron a los vecinos y transeúntes del lugar, que en segundos corrieron a socorrerla y dieron alcance a un hombre mayor que la habría manoseado, según declaró la presunta víctima.

 
Indignados por la situación, varias personas tomaron a golpes al sujeto apuntado y lograron reducirlo, mientras que otros llamaron a la Policía. El hecho ocurrió el martes, alrededor de las 20, sobre avenida José Ingenieros altura con calle Alemania.

A esa hora, Gisela Tamara A. (23) caminaba de regreso a su casa en el barrio 70 Viviendas de Villa Lindstrom cuando fue agredida por un individuo identificado como Ramón G. (62), quien la tomó por sorpresa y comenzó a manosearla en sus partes íntimas, denunció luego.

La joven pudo defenderse y comenzó a pedir auxilio a los gritos. Fue así que varios hombres acudieron en su ayuda, al tiempo que golpearon y lograron reducir al sospechoso.

Algunos testigos calificaron la situación como un linchamiento y reconocieron que tuvieron que intervenir para evitar que continúen con las agresiones.

“Es una zona muy oscura y no es la primera vez que se pasan con alguna mujer. Esta chica por suerte se pudo defender y pidió auxilio. Cerca hay un descampado y si le llevaba hasta allá no sé lo que hubiera pasado. Necesitamos que haya más iluminación y que la Policía patrulle”, comentó un comerciante de José Ingenieros.

Otro vecino se mostró preocupado por la reacción de las personas que atacaron al sospechoso. “La gente está muy sensible por la inseguridad, pero tampoco es cosa de hacer justicia por mano propia. El hombre estaba reducido y le seguían pegando. Menos mal llegó la Policía porque si no, no sé cómo terminaba”, reconoció.

Intervino personal de la Seccional Primera, donde quedó detenido el acusado. El sumario se instruye en la Comisaría de la Mujer por el delito de “abuso sexual simple”.

A fines de agosto, una joven que trabaja de empleada doméstica en Villa Kindgreen fue atacada por un sujeto que logró reducirla, desvestirla y quitarle la ropa interior, pero la víctima logró morderle una mano al agresor y pudo pedir auxilio a los gritos.

Un vecino acudió en su ayuda y el depravado huyó corriendo. Días después el sujeto fue detenido y se confirmó que se trataba de un empleado municipal.