De Montecarlo, Stefanía sigue firme luego de estar cerca del trasplante
Sábado 28 de marzo de 2015 | 07:55hs.
Con gran fortaleza, Stefanía Vier pasó el umbral de los dos meses de espera por un trasplante de corazón en la Fundación Favaloro, en Buenos Aires.
El sábado pasado se despertó la esperanza de que la joven montecarlense pudiera recibir un corazón, ya que se había practicado una ablación de órganos a un donante ese mismo día, a la noche.
Los mensajes de felicidad y acompañamiento se destacaron en la página de Facebook ‘Un corazón para Stefanía’, que tiene más de 7 mil seguidores.
Sin embargo, pocas horas después se confirmó que, aunque el corazón era compatible, no resultaría posible realizar la cirugía porque el órgano no estaba en condiciones.
“El corazón necesitaba muchos químicos para sobrevivir en el momento del viaje. Estuve una hora en quirófano, porque bajé temprano, a las 2.45 de la madrugada, y a las 3.50 volví a subir a mi habitación”, relató la joven, de 21 años.
Pese a la desilusión, Stefanía no pierde las esperanzas y trata de mantenerse firme y no flaquear.
“Estoy muy bien y tranquila, esperando lo mejor. Muchas personas me estuvieron haciendo el aguante desde acá, y ni hablar los de afuera, todos me preguntan cómo hago para estar tan entera y fuerte. Tengo mucha fe de que va a llegar”, afirmó con confianza.
La montecarlense pasó a formar parte de la lista de emergencia nacional de trasplantes del Instituto Nacional de Central Único Coordinador de Ablaciones e Implantes (Incucai), a la espera de recibir la donación de un corazón, el 25 de enero pasado.
Stefanía tiene 21 años y a los 6 años recibió el implante de una válvula.
Los médicos le diagnosticaron insuficiencia cardiopática por disfunción ventricular, porque nació con las dos aurículas comunicadas y un sólo ventrículo.
Desde entonces se dedicó a concientizar sobre la importancia de donar órganos para salvar vidas.
En octubre último se sometió a una resonancia en Buenos Aires y los médicos le informaron que la válvula que le implantaron en su infancia comenzaba a desprenderse.
Ahora espera la llegada de un corazón que le permita seguir adelante y cumplir sus metas.
