Reina de República Checa: Tratamos de conservar nuestras costumbres

A veces, estar tan cerca de la reina de una colectividad de la Fiesta Nacional del Inmigrante da la posibilidad de conocer esa responsabilidad bien de cerca, esto le ocurrió a Cinthia Belén Kurtz de 22 años, soberana de la República Checa, quien contó que: “el año pasado fui delegada de reina, entonces este año me eligieron en la colectividad para que los represente”.

Esta profesora de matemática, de 1,70 metros y medidas 92-68-108, rescató la familiaridad y la solidaridad dentro de la Colectividad Checa. “Es un grupo muy unido de trabajo, nos ayudamos entre todos, y tratamos de conservar nuestras costumbres lo más que se pueda, cada uno tiene lo suyo”, relató.

Cinthia vive en Cerro Azul y maneja los idiomas inglés y checo básico, y su ascendencia proviene de su abuela, “que es la única que sigue con vida”. Rescató anécdotas que le comparte su abuela: “Me cuenta sobre la vida de su mamá, que durante la semana trabajaba en Praga y el fin de semana volvía al campo, a la chacra como le decimos nosotros”.

Esta obereña es una joven muy vivaz y reconoció que otra de las historias que más le gusta es la del cambio del invierno a la primavera en República Checa: "Allá es muy duro el invierno”, detalló. Esta costumbre se llevaba adelante durante la pascua, “los varones le pegaban cariñosamente con un trenzado de sauce llorón a las chicas, y ellas a su vez entregaban un huevo pintado en representación de la vida y la fertilidad”.

La soberana Checa invita a los jóvenes a que participen en el ballet, en los grupos juveniles, para conocer las culturas de sus familias. Y contó: “yo estudio en los talleres de la colectividad y hoy puedo hablar con mi abuela en checo y eso es genial eso me llena muchísimo”. También resalta la importancia del trato con los abuelos y recomienda: “está bueno para sacarle el mayor provecho posible a las anécdotas de los abuelos”.