Títeres para reflexionar sobre la violencia de género
Sábado 29 de junio de 2013
Dimitri la mira. Se acomoda el pelo grasoso, la vuelve a mirar y se persigue. “¿Qué estás mirando? ¿En qué pensás?”, le pregunta. Ella le contesta “en nada” y se tapa el escote. Entonces, él acomoda su mano sobre la falda de la joven y le dice al oído: “Yo soy todo para vos en tu vida”.
Al principio, Asfixia parece una historia de dos enamorados que bailan y se besan. Pero a medida que pasan los minutos, el relato se torna más complejo. Las palabras, los silencios y los movimientos transitan del amor a la obsesión y de la obsesión a la violencia.
“Dicen que el amor todo lo puede, todo lo aguanta, todo lo soporta... ¿Es eso el amor?”, se pregunta Julia Sigliano, titiritera, actriz, creadora y protagonista de Asfixia, la obra que presentó ayer por la tarde en el Centro Social y Comunitario del barrio San Jorge con la presencia de las promotoras del Progen, un grupo de mujeres que asiste a víctimas en situaciones de violencia.
Hace una semana, Julia viene viajando por Misiones presentando una colección de escenas y canciones junto a su pareja Manu Mansilla -también titiritero y actor- y el músico Santi Llorente, quienes brindarán espectáculos en la costanera y en Che Kambá este fin de semana.
La historia de Asfixia es muy simple, con el objetivo de que el espectador profundice y reflexione en su significado. “Los títeres tienen la característica de jugar con el humor, y mientras tanto te van contando otras cosas”.
Si bien después de cada presentación la respuesta del público es permanente, ayer fue la primera vez que se desarrolló un intercambio entre la titiritera y las mujeres presentes. “Poder ayudar y dar mi granito de arena, me parece muy importante y creo que forma parte del trabajo como titiritero”, dijo Julia.
Y contó que la idea de la obra surgió a partir de una improvisación en un taller donde la consigna era hablar del amor. Luego, en el 2002, construyó con sus propias manos a Dimitri, pero transcurrieron algunos años hasta que decidió crear el guión de Asfixia. “El texto fue mutando muchas veces. Llevó todo un proceso qué decir, qué era lo mejor y cómo encontrar las acciones y los personajes”.
En su trayectoria artística, Julia siempre trabajó con la actuación y el cuerpo. “Para mí el títere en acción, con los silencios y los movimientos es mucho más fuerte que un texto que narra algo. Cuando interpreto, me pasan cosas con Dimitri. Hay momentos en que no lo soporto de verdad”.
La mirada de las sobrevivientes
En Asfixia también se representa el circulo de la violencia que se manifiesta en una relación asimétrica donde una de las personas busca el control o el poder sobre otra. Dimitri deja de ser un títere y el maltrato simbólico que se manifiesta en cada gesto hacia su pareja busca interpelar y sensibilizar sobre las causas o consecuencias de esta problemática social.
“Fue como ver un pedacito de mi vida”, comentó una de las mujeres del Progen, quienes además del trabajo de asistencia, incursiona en el teatro para concientizar sobre la temática de la violencia y las adicciones.
“La violencia de género muchas veces está implícita. Se tapa con el tema del romanticismo, y la mujer que cree en ese cuento del amor para toda la vida. Primero comienza el amor, después la mujer siente que está siendo abusada, pero el varón le va quitando todo su poder como persona y llega un momento que es una asfixia. Y para salir de esa situación cuesta mucho, y a veces no se sale”, reflexionó Verónica González, luego de presenciar la obra de títeres.
Titiriteros de profesión
Manu y Julia son pareja. Se conocieron cursando la carrera de titiriteros en la escuela del Teatro San Martín de Buenos Aires. A partir de ese momento, empezaron a viajar con sus muñecos y sus historias por toda América Latina. “Nos falta Paraguay, nada más”, contaron en diálogo con El Territorio.
Desde chicos comenzaron con el teatro y en ese camino, descubrieron al títere. “Es muy dificil ser titiritero sin ser actor. Tenemos la suerte de vivir en un país donde los títeres son muy importantes y también para la historia latinomericana”, dijo Manu.
Sobre su formación académica en manipulación de muñecos, Julia expresó: “Cuando entré a la escuela descubrí que era todo lo que me gustaba. Ahí podía construir mi títere, podía actuar y había un sinfín de cosas y mil posibilidades para crear”.
También Manu comentó: “Nosotros tuvimos la bendición y la maldición de tener una escuela, porque también eso muchas veces te baja conceptos premoldeados y en el arte es medio complicado eso. Entonces, a los titiriteros jóvenes le decimos que tienen que romper con lo que nosotros hacemos e ir más allá”.
En el oficio, son libres haciendo lo que hacen. Viajan, se mueven constantemente y dicen las cosas que quieren decir. Así recorrieron distintos países, ciudades y pueblos, pero la respuesta siempre fue la misma. “Nos reímos todos de las mismas cosas. El títere te conecta mucho con la libertad y nosotros también somos muy libres en las cosas que queremos contar y creo que la gente se libera y todos llegamos a un mismo punto en común, de placer y de entendimiento. Como una sensación universal”, consideró Manu y Julia agregó: “El títere es tan potente que muchas veces no necesita palabras”.
Opiniones
“Los títeres tienen la característica de jugar con el humor, pero mientras tanto te van diciendo otras cosas”
Julia Sigliano
Titiritera y creadora de Asfixia
“Fue como ver un pedacito de mi vida. La violencia de género muchas veces está implícita en la pareja y se tapa con el romanticismo”
Mujeres del Progen
Barrio San Jorge
Para agendar
• TÍTERES Y MÚSICA
Manu Mansilla, Julia Sigliano y Santi Llorente presentarán un Colección de escenas y canciones mañana a las 19.30 en Che Kambá (Nicomedes Castro y Pedernera, barrio Villa Sarita).
Además, hoy a partir de las 15.30, Manu Mansilla brindará un espectáculo para toda la familia en la costanera (cuarto tramo).
La próxima semana estarán en Eldorado en el Centro Kuarahy el jueves a las 21.30 Manu y su Teatro de Títeres Anticostumbrista con la obra “Cóctel” (para adultos) y el domingo 7 de julio a las 17.30 con “A cielo abierto” para toda la familia.
Al principio, Asfixia parece una historia de dos enamorados que bailan y se besan. Pero a medida que pasan los minutos, el relato se torna más complejo. Las palabras, los silencios y los movimientos transitan del amor a la obsesión y de la obsesión a la violencia.
“Dicen que el amor todo lo puede, todo lo aguanta, todo lo soporta... ¿Es eso el amor?”, se pregunta Julia Sigliano, titiritera, actriz, creadora y protagonista de Asfixia, la obra que presentó ayer por la tarde en el Centro Social y Comunitario del barrio San Jorge con la presencia de las promotoras del Progen, un grupo de mujeres que asiste a víctimas en situaciones de violencia.
La historia de Asfixia es muy simple, con el objetivo de que el espectador profundice y reflexione en su significado. “Los títeres tienen la característica de jugar con el humor, y mientras tanto te van contando otras cosas”.
Si bien después de cada presentación la respuesta del público es permanente, ayer fue la primera vez que se desarrolló un intercambio entre la titiritera y las mujeres presentes. “Poder ayudar y dar mi granito de arena, me parece muy importante y creo que forma parte del trabajo como titiritero”, dijo Julia.
Y contó que la idea de la obra surgió a partir de una improvisación en un taller donde la consigna era hablar del amor. Luego, en el 2002, construyó con sus propias manos a Dimitri, pero transcurrieron algunos años hasta que decidió crear el guión de Asfixia. “El texto fue mutando muchas veces. Llevó todo un proceso qué decir, qué era lo mejor y cómo encontrar las acciones y los personajes”.
En su trayectoria artística, Julia siempre trabajó con la actuación y el cuerpo. “Para mí el títere en acción, con los silencios y los movimientos es mucho más fuerte que un texto que narra algo. Cuando interpreto, me pasan cosas con Dimitri. Hay momentos en que no lo soporto de verdad”.
La mirada de las sobrevivientes
En Asfixia también se representa el circulo de la violencia que se manifiesta en una relación asimétrica donde una de las personas busca el control o el poder sobre otra. Dimitri deja de ser un títere y el maltrato simbólico que se manifiesta en cada gesto hacia su pareja busca interpelar y sensibilizar sobre las causas o consecuencias de esta problemática social.
“Fue como ver un pedacito de mi vida”, comentó una de las mujeres del Progen, quienes además del trabajo de asistencia, incursiona en el teatro para concientizar sobre la temática de la violencia y las adicciones.
“La violencia de género muchas veces está implícita. Se tapa con el tema del romanticismo, y la mujer que cree en ese cuento del amor para toda la vida. Primero comienza el amor, después la mujer siente que está siendo abusada, pero el varón le va quitando todo su poder como persona y llega un momento que es una asfixia. Y para salir de esa situación cuesta mucho, y a veces no se sale”, reflexionó Verónica González, luego de presenciar la obra de títeres.
Titiriteros de profesión
Manu y Julia son pareja. Se conocieron cursando la carrera de titiriteros en la escuela del Teatro San Martín de Buenos Aires. A partir de ese momento, empezaron a viajar con sus muñecos y sus historias por toda América Latina. “Nos falta Paraguay, nada más”, contaron en diálogo con El Territorio.
Desde chicos comenzaron con el teatro y en ese camino, descubrieron al títere. “Es muy dificil ser titiritero sin ser actor. Tenemos la suerte de vivir en un país donde los títeres son muy importantes y también para la historia latinomericana”, dijo Manu.
Sobre su formación académica en manipulación de muñecos, Julia expresó: “Cuando entré a la escuela descubrí que era todo lo que me gustaba. Ahí podía construir mi títere, podía actuar y había un sinfín de cosas y mil posibilidades para crear”.
También Manu comentó: “Nosotros tuvimos la bendición y la maldición de tener una escuela, porque también eso muchas veces te baja conceptos premoldeados y en el arte es medio complicado eso. Entonces, a los titiriteros jóvenes le decimos que tienen que romper con lo que nosotros hacemos e ir más allá”.
En el oficio, son libres haciendo lo que hacen. Viajan, se mueven constantemente y dicen las cosas que quieren decir. Así recorrieron distintos países, ciudades y pueblos, pero la respuesta siempre fue la misma. “Nos reímos todos de las mismas cosas. El títere te conecta mucho con la libertad y nosotros también somos muy libres en las cosas que queremos contar y creo que la gente se libera y todos llegamos a un mismo punto en común, de placer y de entendimiento. Como una sensación universal”, consideró Manu y Julia agregó: “El títere es tan potente que muchas veces no necesita palabras”.
Opiniones
“Los títeres tienen la característica de jugar con el humor, pero mientras tanto te van diciendo otras cosas”
Julia Sigliano
Titiritera y creadora de Asfixia
“Fue como ver un pedacito de mi vida. La violencia de género muchas veces está implícita en la pareja y se tapa con el romanticismo”
Mujeres del Progen
Barrio San Jorge
Para agendar
• TÍTERES Y MÚSICA
Manu Mansilla, Julia Sigliano y Santi Llorente presentarán un Colección de escenas y canciones mañana a las 19.30 en Che Kambá (Nicomedes Castro y Pedernera, barrio Villa Sarita).
Además, hoy a partir de las 15.30, Manu Mansilla brindará un espectáculo para toda la familia en la costanera (cuarto tramo).
La próxima semana estarán en Eldorado en el Centro Kuarahy el jueves a las 21.30 Manu y su Teatro de Títeres Anticostumbrista con la obra “Cóctel” (para adultos) y el domingo 7 de julio a las 17.30 con “A cielo abierto” para toda la familia.
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