Feculeros piden que se limiten importaciones de almidón de mandioca

Productores feculeros se reunieron con el subsecretario de Comercio Interior, Ariel Langer, para exponer la situación que está atravesando el sector y esperan que para fines de año o en el 2015 haya avances respecto a la limitación de fécula importada.

“Ellos recién se interiorizaron sobre el tema. Tuvimos que hacer una exposición de quiénes fabricamos, quiénes compran, la situación del mercado, lo que pasa con esta economía regional y algunos que otros datos”, dijo el presidente de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, Juan Carlos Haasis

Agregó que “hasta ahora no hay ninguna solución; ellos van a ver qué van a hacer; no hay mucho. El logro fue que nos atendieron, y pudiendo plantear nuestra situación, ahora están las cartas echadas”.

Por otra parte, evaluó: “Creemos que esta gente, como se interiorizaron, van a tomar cartas en el asunto y van a suspender algunas importaciones, no el total sino algunas para que podamos vender nosotros. Hay mucha diferencia de precios de importación, entre 60 y 70 centavos de dólar a 1,10 y 1,20 centavos de dólar. Nosotros estamos cobrando el ciento por ciento más, y es mucha la diferencia, pero se comprometieron y seguramente van a salir a las empresas a consultar a cuánto compran, cuánto venden y a qué precio, y calculamos para diciembre o enero vamos empezar a vender”.

Paralizados hasta febrero
Desde el próximo lunes, la cooperativa agrícola ya no acopiara raíces de mandioca y parará su funcionamiento hasta febrero del año próximo.

“Ellos querían saber de qué se trataba, si nosotros podemos abastecer el mercado interno. Y sí, podemos, y sobra. Tenían temor de que se desabastezca el mercado, pero fuimos a poner la cara. Lo que pasa es que como hay recesión, la fécula de mandioca se vende menos. Hay 10 millones de kilos en los depósitos en Misiones, y el consumo interno llega a los 8 millones, y entonces sobra”, detallo Haasis.

Según explicaron desde las fábricas con anterioridad, el problema de competencia se advertía con el consumo de grandes empresas, como los frigoríficos. Ante las diferencias de precios entre el almidón importado y el nacional, se prefería el producto extranjero, provocando una sobreoferta que no era posible colocar en otros mercados.