Por el chupasangre, ahora pondrán trampas y cámaras en Concepción

Viernes 27 de febrero de 2015 | 06:49hs.
Trampas. | El colono Procop buscando distintos elementos como señuelos.

Durante este fin de semana el biólogo posadeño y el veterinario de esta localidad concretarán finalmente parte de lo planificado para tratar de revelar el misterio que rodea a una chacra de este municipio, en donde hace un par de meses tres crías de gatos ariscos fueron mutilados en al menos dos ataques nocturnos.

 

Los tres gatos fueron encontrados muertos en el depósito a metros de donde dormían, con sus cuellos y mandíbulas con dos precisas perforaciones y sin rastros de sangre en todo su cuerpo. En el lugar de los ataques, el dueño de la chacra y su familia, no encontraron huella ni rastros alguno de lo que pudo haber causado las mutilaciones.

 

La incertidumbre sobre lo ocurrido dio lugar a que muchos se volcaran a creer en la figura del chupacabras, animal al que supuestamente hacen cargo de los cientos de casos similares ocurridos en distintos puntos del país y del mundo.

 

Pero por fuera del círculo de las creencias y leyendas globales, tanto el veterinario Julio Frette y el biólogo Amado Martínez, se comprometieron ante el dueño de la chacra, Rodolfo Procop, hacer todo lo posible a sus alcances para intentar revelar qué es lo que sucedió entre la última semana del mes de diciembre del año pasado, y los primeros días del mes de enero de este nuevo año en curso.

 

El veterinario fue quien recibió el cuerpo de los tres gatos atacados por algo que se desconoce en la zona y naturalmente el que practicó las autopsias a los pequeños felinos. La necropsia fue grabada en su mesa de trabajo y pudo ser vista por el propio biólogo y los dueños de la chacra, en el día en que se visitó por primera vez el escenario en donde ocurrió lo que hasta ahora motivó el interés de toda la prensa de la provincia y hasta de investigadores de Europa.

 

Es que ayer, mientras el biólogo terminaba de cruzar datos y de planificar la colocación de las trampas y las video cámaras especiales, fue contactado por el investigador español Luis Jorge Salinas.

 

Éste, precisamente, pudo ver la filmación de la autopsia al tercer gato mutilado y se mostró sorprendido junto a otros investigadores, sobre el color blanco de los pulmones y el hígado, como documento irrefutable sobre la presencia cero de sangre en el cuerpo a pesar de haber sido examinado unas horas después de su hallazgo en el depósito de la chacra de los Procop.

 

“Gracias Amado por aceptar mi contacto, investigo desde hace 15 años estas extrañas mutilaciones, usted está viendo la punta de un iceberg en la biología animal, cuando usted pueda y quiera escuchar, le diré qué especie lo hace...”, fue lo que le escribió el español al misionero que confía en tener más detalles de algo que, después de todo, tampoco podría estar seguro al tratarse quizás de otro animal por la propia fauna de la tierra colorada.

 

Amado Martínez de todas formas espera más detalles que pueda aportar Salinas, mientras continúa junto con el veterinario Frette, el armado del escenario que quizás permita conocer algo más sobre lo que mató a los tres gatos y produjo la desaparición de la madre de esas crías, tras el primer ataque en los últimos días del pasado mes de diciembre.

 

Concepción revolucionada
La familia Procop sabía lo que podía ocurrir, de hacerse viral la noticia sobre lo ocurrido en su casa, ubicada a unos cinco kilómetros del casco urbano de Concepción de la Sierra, siempre sobre los primeros tramos de la ruta provincial 2.

 

“¿Qué le decimos a la gente que venga y se presente como investigadores, o simplemente para ver...?

 

Ayer los Procop debieron acceder a dar un nuevo reportaje a una televisora provincial, tras lo cual, dijeron que sería la última y que ahora sólo se desenvolverán en su chacra, Martínez y Frette, como los encargados de tratar de llegar a alguna conclusión científica y biológica real.

 

En distintos lugares de Concepción, como en supermercados, mercados y oficinas públicas, los comentarios que predominan tienen que ver directamente con lo que ocurrió en el campo en las últimas noches de diciembre y las primeras de enero de este año.

 

Las mutilaciones, los colmillos, la falta de huellas y lo sobrenatural, hacen crecer la incertidumbre sobre lo ocurrido.