El Papa Francisco asegura que las sociedades sin hijos son deprimidas

Miércoles 11 de febrero de 2015 | 11:29hs.
Papa Francisco | Destacó la importancia tanto del rol materno como paterno.

Después de sus declaraciones sobre la paternidad responsable que ofendieron algunos sectores de la Iglesia, el Papa Francisco retomó el tema de las familias numerosas y aseguró que una sociedad que no "ama rodearse de hijos" y que los considera "un peso" es "una sociedad deprimida", y puso el ejemplo de las europeas.

 

"Pensemos en tantas sociedades que conocemos aquí en Europa, que no quieren hijos, y están deprimidas porque no quieren hijos y la tasa de natalidad no llega al 1  por ciento", dijo el Papa durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.

 

"Una sociedad sin hijos que no honran a sus padres es una sociedad sin honor, destinada a llenarse de jóvenes fríos y codiciosos, pero también una sociedad avara de generaciones, que no ama rodearse de hijos y que les considera sobre todo una preocupación, un peso y un riesgo, es una sociedad deprimida", explicó.

 

Durante su discurso, Francisco también volvió a hablar de paternidad responsable, pero explicó que "los hijos no son un problema de biología reproductiva y aún menos una posesión de los padres. Los hijos son un don, un regalo".

 

"La concepción de los hijos debe ser responsable, pero el simple hecho de tener muchos hijos no puede ser visto como una decisión irresponsable", agregó el pontífie argentino.

 

El Papa también habló del amor paterno y materno al asegurar que "un hijo es amado por ser hijo: no porque sea bello, sano, bueno; no porque piense igual que yo, o encarne mis deseos".

 

"Ser hijos nos permite descubrir la dimensión gratuita del amor, de ser amados antes de haber hecho nada para merecerlo, antes de saber hablar o pensar, e incluso antes de venir al mundo", explicó.

 

Al respecto, Francisco relató cómo su madre, cuando le preguntaban a cuál de sus cinco hijos quería más, respondía que sus hijos eran como los dedos de la mano y que no podía estar sin ninguno de ellos.