Santa Fe: Presos que trabajan en cárceles tienen su propio sindicato

Lunes 26 de enero de 2015 | 19:30hs.
Sindicato de trabajadores detenidos. | Desde hoy comenzó a funcionar en la ciudad de San Lorenzo. | Foto: Gentileza La nación.

En Santa Fe, el Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (Sutpla) tiene oficialmente desde hoy su sede en San Lorenzo, cabecera del departamento del mismo nombre, en el Gran Rosario. Está avalado por el gobierno de la Provincia, que encabeza el socialista Antonio Bonfatti , y funciona con el aval de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

 

El fundador del Sutpla San Lorenzo es Alejandro Gómez, condenado por "entregar" a tres trabajadoras de la Secretaría de Acción Social de San Lorenzo, a quienes le robaron $ 50.000. Explicó que el objetivo que se plantean desde la agrupación es "regular servicios médicos y laborales para los presos", aplicando "normas que no están siendo aplicadas por el Gobierno como se debe".

 

"Yo estoy cumpliendo una condena y desde mi casa me interesé en la existencia de este gremio. Me contacté con la CTA y a partir de allí surgió la posibilidad de tener una comisión en la ciudad", explicó Gómez a la prensa zonal.

 

Con el reconocimiento provincial, el Sutpla tiene jurisdicción en toda la provincia. En San Lorenzo se conformará una comisión, a través de asamblea, con 11 integrantes y la misma está encabezada por el citado Gómez.

 

Rodrigo Díaz, porteño, secretario general del Sutpla nacional explicó que "estuve 12 años preso y me cansé de que se sobrepasen los derechos de los detenidos. La búsqueda de derechos fue lo que hizo crecer al gremio, que ya tiene lugar en varios puntos del país", aseguró.

 

Como se sabe, los presos sindicalizados cobran un sueldo mensual de hasta $ 4.400, equivalente a un salario mínimo, vital y móvil.

 

Los números nacionales

 

Actualmente la población carcelaria en las unidades federales es de 10.500 personas. Al menos 7.500 forman parte del programa laboral, aunque no todos desarrollan una actividad porque el número supera el cupo de plazas disponibles. A eso debe agregarse los pedidos de licencia por enfermedad o la ausencia por comparendo, traslado y otra actividad vinculada a la causa judicial.

 

Antes, el interno cobraba por hora y el dinero que obtenía como peculio no solamente era infinitamente menor al que percibe en la actualidad, sino que recién podía acceder al mismo cuando era excarcelado.

 

 

Fuente: La Nación.