Los ferrys de la ciudad de Posadas están a la espera de un destino

Domingo 2 de agosto de 2015 | 10:50hs.
2011. Una de las últimas postales en la costanera posadeña. | Foto: Natalia Guerrero

Un sinfín de notas escribió este medio sobre los ferryboats que durante casi todo el siglo XX fueron medio de transporte para cruzar trenes de pasajeros y de carga entre Posadas y Encarnación. También en la guerra del Chaco en Paraguay sirvieron para socorrer a los heridos. A su vez, en 1983 asistieron durante la inundación en Formosa. Hoy, con 102 años, están en la zona de Nemesio Parma, donde se erige el nuevo Puerto de Posadas. Allí fueron destinados hace ya más de dos años bajo promesas de que iban a ser rescatados y puestos en valor. Hoy agonizan mientras esperan la decisión que definirá su futuro.

 

En los últimos días, El Territorio se acercó hasta ese lugar. Ahí los encontró en un visible estado de abandono y creciente deterioro. Rodeados de malezas, derruidos y con los últimos vidrios que le quedaban rotos, aún flotan pero lejos de la mirada de la gente como cuando estaban en la costanera.

 

Completamente a la intemperie, y oxidados los ferrys que llevan los nombres de Ezequiel Ramos Mejía y Roque Sáenz Peña están siendo devorados lenta, pero efectivamente por el tiempo y la naturaleza.

 

A lo largo de los años, numerosas propuestas fueron presentadas y hasta aprobadas, pero lo cierto es que no se hizo nada para proteger, rescatar o poner en valor estas valiosas embarcaciones.

 

“Ahora están en reflote porque le hacen un achique (retirar el agua que ingresa) cada dos días, pero mientras tanto la solución esa que le dan es momentánea porque ni bien se descuiden van a volver a escorarse. No es una reparación la que tiene, es algo momentáneo y se genera un gasto que con una simple reparación de cambiar la chapa y soldar sería todo más viable y barato”, expresó resignada Analía Colazo Bidegaín, una de las integrantes de la Asociación de Ferroaficionados Posadas.

 

A nivel estatal, la Provincia es la encargada de cuidar hoy los ferrys, a raíz de un convenio que firmó en 2012 con la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). A pesar de ello, nunca se hizo nada que los revitalice.

 

Además, ya en 1992 el Deliberativo posadeño los declaró de interés público. Asimismo el año pasado se aprobó un proyecto presentado por el bloque de la Unión Cívica Radical UCR para solicitar al municipio que tomara medidas para resguardar la integridad de las naves.

 

El Territorio intentó comunicarse con algún representante del Gobierno provincial sin obtener respuestas sobre la cuestión.

 

Proyectos
En diálogo con El Territorio el autor de la iniciativa, Martín Arjol, explicó que “el rescate de los ferrobarcos debería ser una prioridad” y que más allá de la resolución que fue aprobada en ese momento, debieron comunicarse con el Ejecutivo Municipal para que reflotaran las embarcaciones porque se estaban hundiendo. A su vez, los ediles presentaron la propuesta de poner en valor los ferrobarcos, uno en tierra en la estación de Miguel Lanús -que también necesita una revalorización- que sería un Museo y el otro en la Bahía El Brete, también con fines turísticos donde según indicaron ferroaficionados se lo explotaría con fines comerciales pudiendo convertirlo en un restaurante.