Narcos compraron en Oberá el camión que cayó con marihuana

El camión incautado la semana pasada con 605 kilogramos de marihuana en pleno centro de Paraná (Entre Ríos), fue vendido por la distribuidora obereña Mercom SRL en septiembre del año pasado, a uno de los integrantes del grupo de narcotraficantes detenidos la semana pasada.

La transacción se concretó tiempo después del cierre de la sucursal que tenía la firma en Resistencia (Chaco) y el comprador fue Félix de Jesús Gómez (32), el correntino que dentro de la organización estaba encargado de trasladar el estupefaciente hasta la capital entrerriana.

El negocio fue en efectivo previa firma de toda la documentación obligatoria para ese tipo de ventas y el nuevo propietario se había mostrado interesado en el Mercedes Benz porque lo vio ideal para un supuesto negocio de transporte que pretendía iniciar cuanto antes.

Una vez en sus manos, según surge del expediente que está en poder del Juez Federal de Paraná, Leandro Ríos, el vehículo fue radicado en la localidad de San Luis del Palmar, de donde es oriundo tanto Gómez como Christian Ismael Godoy (35), el otro detenido que lo acompañaba en el viaje.

Sorprendido por ver a su empresa mencionada en el decomiso de la droga, el propietario de la empresa obereña, Andrés Bouvet, dialogó con El Territorio y se despegó de todo explicando el paso a paso de la venta del camión que hasta hace cinco meses le pertenecía pero con el cual, desde entonces "no tengo nada que ver".

“Cuando cerramos la sucursal de Chaco el camión estuvo parado en la ruta durante mucho tiempo, con un cartel de venta, hasta que apareció el interesado aduciendo que tenía un negocio que hacer y lo vendimos, sin imaginar que era para utilizarlo de esa forma” aclaró.

Sobre la transacción detalló que “el boleto de compraventa figura a nombre de Félix Gómez y el certificado de transferencia de automotores (denominado formulario Ceta) lo mande el martes 7 de octubre a nombre de Ramón Gómez”.

“El error que cometimos fue no sacar el ploteado de las puertas cuando entregamos el camión y por eso quedamos pegados. Mercom no tiene nada que ver con esa gente ni con el cargamento, ante la Justicia vamos a presentar toda la documentación que tenemos” aclaró.

Por los rótulos
La firma transportista de la zona centro quedó pegada en el operativo en el que cayó también el posadeño Luis Menelio Ayala (30), presunto jefe de una red de narcotraficantes que desde Misiones suministra grandes cantidades de droga a capos narcos de Entre Ríos y Santa Fe.

El 21 de diciembre de 2012 había sido condenado a cuatro años y medio de prisión por tráfico de marihuana y en agosto del año pasado obtuvo el beneficio de la libertad condicional.

Ni bien salió a la calle comenzó a organizar el nuevo envío junto a su socio Miguel Ángel Ramírez (34), un ex policía federal correntino condenado por narcotráfico y que en junio del año pasado recuperó la libertad luego de pasar nueve años en prisión por un homicidio.

La droga no llegó a destino porque los dos cabecillas y los choferes fueron detenidos justo cuando iban a hacer la entrega de la droga oculta en el camión, que aún tenía los rótulos de la empresa distribuidora mayorista con sede en Oberá, algo que en un principio dirigió la investigación hacia Misiones.

Los federales desmontaron ese mismo día el camión Mercedes Benz y descubrieron que los 937 paquetes de marihuana -valuados en dos millones de pesos- estaban ocultos en un doble fondo de la carrocería, debajo de unas tablas disimuladas con palets de madera.

En el interior del transporte se halló también una balanza de precisión, herramientas para quitar las tablas que ocultaban la droga y una importante suma de dinero en efectivo que los correntinos que lo manejaban no pudieron justificar.

En la Unidad Penitenciaria Uno de Paraná donde hasta el momento están alojados, tanto Christian Godoy como Félix Gómez, Menelio Ayala y su socio Ángel Ramírez hicieron un pacto de silencio. No van a decir ni una sola palabra sobre la operación fallida.

Para la Justicia de Entre Ríos los presuntos cabecillas no son perejiles, sino que manejarían una importante porción del negocio de la marihuana en la capital entrerriana.

Podrían ser imputados por el delito de tenencia y transporte de estupefacientes con fines de comercialización, que prevé una pena de entre 4 y 15 años de cárcel, que por sus antecedentes sería de cumplimiento efectivo.