Gendarmería patrullaría las calles de Oberá por avance de las drogas

Martes 21 de abril de 2015 | 13:33hs.
Controles de Gendarmería. | Los vecinos de Oberá confían en la fuerza nacional. | Foto: Archivo.

Ante la presunta ineficacia que evidencia la Policía provincial para combatir al flagelo de las drogas, vecinos de Villa Kindgreen, Oberá, solicitaron que Gendarmería Nacional asuma la responsabilidad de patrullar y coordinar acciones de prevención en el barrio.

 

El pedido desesperado surgió tras el deceso de Carmelo (16), quien el sábado por la noche fue hallado por su madre colgado en el fondo de la casa. Si bien el joven fue encontrado y asistido cuando aún estaba con vida, a las pocas horas falleció en el Hospital Samic de esta localidad.

 

En medio del dolor, sus familiares y allegados aseguraron que el chico habría tomado la drástica decisión de quitarse la vida porque se sentía preso de la adicción y acosado por un grupo de vecinos que lo instigaban a consumir.

 

Su madre, Estela A., aseguró que “el viernes, los compinches le pasaron drogas por el muro, porque yo no le dejaba salir y ellos le insistían, le mandaban mensajes y estaban todo el tiempo arriba de él. En febrero fue la primera vez que Carmelo llegó drogado y recurrí a la Policía por ayuda, pero me dijeron que no podían hacer nada”.

 

Precisamente, el caso de Carmelo desató innumerables críticas hacia el accionar policial respecto al combate de la venta de estupefacientes en esta ciudad. Si bien la Unidad Regional II dispone de una División Toxicomanía, lo cierto es que no se evidencian resultados concretos en la lucha contra el narcotráfico y sus nefastas consecuencias.

 

Carlos Acuña, presidente del Foro de Seguridad de Villa Kindgreen, anticipó la intención de solicitar la intervención de Gendarmería Nacional para avanzar en la prevención del comercio de drogas en el barrio.

 

“Así como están las cosas, es imposible trabajar y vivir. Están matando a nuestros chicos, como pasó con Carmelo, y no podemos mirar para otro lado porque habrá más muertos. Estuve en contacto con autoridades de Gendarmería y se pusieron a disposición para trabajar con nosotros. Necesitamos que patrullen, que hagan prevención e inteligencia para terminar con la venta de drogas en el barrio”, subrayó Acuña.

 

Ayer, en diálogo con El Territorio, el presidente del Foro de Seguridad se mostró abatido por el fallecimiento del jovencito que asistía a tercer año de la Escuela Provincial de Comercio N° 1.  “Yo le vi crecer, era un chico sano y buen estudiante, pero se ve que le dieron de probar esa porquería y no pudo salir. La familia por su lado y yo como referente del barrio, hablamos con la Policía y con gente de la Municipalidad para ver la manera de enfrentar el problema, pero nadie nos dio una solución”, lamentó.

 

Comprometido con la realidad de Villa Kindgreen, desde hace varios años Acuña viene reclamando mejoras en la seguridad del barrio y hasta puso el cuerpo para enfrentar a los traficantes.

 

“Les saqué fotos a los delincuentes vendiendo drogas y presenté las pruebas a la Policía, pero no pasó nada. Al contrario, el problema sigue creciendo”, lamentó.

 

Por su parte, la madre del chico fallecido hizo pública una versión que muchos vecinos lanzaron por lo bajo. “El hijo de un policía es el que vende droga, y es el que le metió a mi hijo en eso”, denunció.

 

Pedido de autopsia
Por otra parte, ayer la Justicia de Instrucción Penal solicitó la exhumación del cadáver de Carmelo para someterlo a la respectiva autopsia en la morgue judicial de Posadas.

 

La decisión habría sido tomada luego de la publicación de este medio, que el domingo dio cuenta de las circunstancias que rodearon el deceso. De todas formas, el cuerpo fue sepultado el domingo y ahora deberá ser exhumado, tal como confirmó la propia madre.

 

Como publicó este diario en exclusiva, el último sábado, a las 23.26, Carmelo escribió un estado de Whatsapp despidiéndose de sus familiares y amigos: “No tengo más ganas de vivir”. Minutos más tarde su madre lo encontró colgado de una viga en el fondo de la casa.

 

Debió pedirle ayuda a una hija, y entre ambas lograron cortar la soga y luego trasladaron al hospital Samic con un móvil de la Policía.

 

El joven fue atendido de urgencia y quedó internado en terapia intensiva, aunque desde un primer momento los médicos reconocieron que no tenía mayores posibilidades de sobrevida. Falleció el sábado alrededor de las 17.

 

“Todos en el barrio saben quiénes venden drogas. La gente denuncia y llama a la autoridad cuando ve cosas raras, pero tardan horas o directamente no vienen”, aseguró la madre del fallecido.

 

Por su parte, en el barrio mencionaron que los jóvenes tienen acceso a marihuana, cocaína, pastillas, alcohol y pegamentos.

 

En tanto, en las últimas horas ganó fuerza la intención comunitaria de movilizarse en reclamo de acciones para enfrentar al flagelo de las drogas en el barrio.