En Córdoba está prohibido fumar y conducir a la vez

Martes 22 de enero de 2013 | 11:37hs.
Incompatibles. | En Córdoba quienes manejan no pueden fumar, a la vez.
Por la Ley de Tránsito de esa provincia, está prohibido conducir fumando. Si bien la ordenanza ya rige, la semana próxima se aplicarán multas a los infractores.

La campaña dirigida a la población en general referente a las advertencias de no conducir cuando se toman bebidas alcohólicas o medicamentos que disminuyen los reflejos de conducción es un gran aporte para evitar las 21 muertes por día que se producen en las rutas de nuestro país. Sin embargo, falta una advertencia, y es la de no fumar mientras se conduce. 

No fumar, no comer, no beber, no leer, etcétera, es decir, cualquier actividad que distraiga la conducción, pues es sabido que para conducir se necesitan los cinco sentidos. 

"Las manos al volante y los ojos sin humo"
Está demostrado que fumar y conducir es más peligroso que utilizar el teléfono móvil. En este sentido, sólo tenemos que repasar todos los movimientos que hace un conductor cuando quiere fumar: 

- Buscar la etiqueta de cigarrillos. 
- Sacar el cigarrillo de la etiqueta. 
- Llevar el cigarrillo hasta su boca. 
- Agarrar el encendedor del vehículo. 
- Encender el cigarrillo. 
- Dejar el encendedor.
- Mantener el cigarrillo entre sus dedos, o dejarlo y agarrarlo del cenicero hasta que se consuma. 
- Dejar la ceniza en el cenicero. 

Demasiados movimientos, aunque generalmente se hagan de manera automática pero, en definitiva, es tiempo durante el cual el conductor fumador tiene sus manos ocupadas, y es una conducta que se repetirá mientras dure el trayecto, lo que disminuye el nivel de vigilancia y atención.

De acuerdo con la “Asociación Civil Argentina Luchemos por la Vida”, el encender un cigarrillo demanda un mínimo de tres segundos y, si se va a 100 kilómetros por hora, el conductor pierde la atención completa de su vehículo en poco más de 80 metros. 

Otros riesgos:
• Que se caiga el cigarrillo en el interior del vehículo, lo que puede ocasionar un descuido a la atención del volante, o provocar quemaduras en el propio conductor.
• El riesgo de producir incendios al arrojar la colilla encendida, ya que es más cómodo y más rápido tirar la colilla por la ventana del vehículo que apagar el cigarrillo en el cenicero. 
• Las molestias que produce el humo del tabaco en el propio fumador y en los acompañantes, ya que el habitáculo del vehículo es pequeño y, por lo general, no se ventila bien.
• El humo produce irritación en los ojos.
• Picazón en las fosas nasales y en la garganta.
• Dolor de cabeza.
• Mayor agotamiento.
• Disminuirá la visión nocturna. 
• Disminución de la oxigenación. En este sentido, el monóxido de carbono presente en el humo del tabaco desplaza al oxígeno de la sangre, y se produce una mala oxigenación en los órganos (en especial al cerebro) y tejidos corporales, circunstancias desfavorables, para que se permita conducir y fumar de forma simultánea. 

• La nicotina. produce notables alteraciones en el sistema nervioso central. Este problema es capaz de causar en el conductor una importante pérdida de concentración, además de aumentar el grado de relajación hasta límites que pueden ser contraproducentes con la actitud vigilante que requiere la conducción. 

En un estudio sobre 1.214 conductores realizado en España, se observó que los fumadores tienen "el doble" de accidentes que los no fumadores. 

El mismo trabajo señalaba cuatro causas para tal efecto: "Distracción por encender o apagar el cigarrillo o por la irritación de los ojos; comportamiento tendiente a asumir riesgos; toxicidad por el monóxido de carbono". 

En estadísticas de las compañías de seguros inglesas se determina que el cinco por ciento de los accidentes se atribuye al hecho de fumar.