Proponen convertir el refugio nazi en un sitio de la memoria

Jueves 26 de noviembre de 2015 | 13:35hs.
Schávelzon lleva publicado más de 50 libros. | Foto: César Lasso

“Hay gente que confunde Indiana Jones, con arqueología” sostuvo en la localidad de San Ignacio sonriendo Daniel Schávelzon, investigador del Conicet y director del Centro de Arqueología Urbana que funciona en el ámbito de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Desde allí, lidera el equipo que investiga sobre las viviendas existentes en el Parque provincial Teyú Cuaré. Son edificaciones que habrían sido construidas tras la Segunda Guerra, al parecer por disposición de jerarcas nazis, “como refugio de alguien que no sabemos quién” y para poder ser utilizados “si era necesario”.

 

Sobre los hallazgos planteó que “si hubiera un tesoro, no estaríamos aquí traspirando, sino en Hawái disfrutando”. De esta forma, deja aclarado que todo lo extraído en esta localidad, no tiene gran valor económico pero sí histórico, a tal punto de proponer que se convierta en “un sitio de la memoria”.

 

Schávelzon brindó una charla a la comunidad sobre los avances de la investigación, acompañados por algunos colaboradores como la licenciada Patricia Frazzi (desde el año 2000 abocada a la conservación y restauración de patrimonio arqueológico) y la doctora en Arqueología, Lorena Salvatelli, directora del Museo Andrés Guacurarí, que depende de la dirección general de Patrimonio Cultural y Museos de la Provincia. “Creemos que la casa principal nunca se usó. Estaba totalmente equipada y fue abandonada en el 60”, estimó el investigador. Adelantó que en abril, presentaran un libro sobre esta investigación y que por ley, todos los objetos encontrados fueron llevados al Museo Guacurarí. “Algún día esperamos que el museo de San Ignacio tenga las comodidades que necesitan estos objetos para que vengan acá. Los objetos tienen que estar lo más cerca posible del lugar hallado”. De esta manera también respondieron a los planteos realizados, tanto por el intendente Esteban Romero como los ediles, quienes reclamaban la restitución de los objetos encontrados.

 

“Queremos tener un atractivo turístico más, sabemos que fue de una época difícil y todo conduce que algunas personas de la Alemania nazi estuvieron aquí, según vestigios de monedas y fotografías de esa época”, acotó Romero.

 

Como también explicaron en la charla, hallaron material de vidrios, lozas, latas y monedas; de diversos origen como Alemania, Brasil, Paraguay, entre otros.

 

Schávelzon, explicó a El Territorio que la idea de la reunión celebrada en esta localidad, era “mostrarle a la comunidad lo que hemos encontrado e investigado. Hay mucha gente con mucha imaginación que cree que encontramos muchos tesoros con millones de dólares, pero en realidad es un trabajo académico; científico, para poder explicar con seriedad. No hay tesoro; lo que hay son muchísimos objetos de la vida doméstica de quienes utilizaron el sitio. Se encontraron monedas de acá y de otro lado, cuyo valor económico es casi inexistente”. Amplió conceptos en diálogo con El Territorio.

 

Afirmaba en la charla, que los elementos hallados pertenecen a la época posterior a la Segunda Guerra mundial.
Evidentemente el sitio -ya eso no tenemos dudas- está asociado no sólo a los alemanes, sino al nazismo en los finales de la Segunda Guerra en los años 44 a 45. Es lo que tenemos hasta el día de hoy. Hace falta muchísimo trabajo aún.

 

¿Este año está previsto algún trabajo en campo?
Este año ya no hay nada. El verano es muy complicado para trabajar ahí abajo (por la zona del Teyú Cuaré). Creo que hay que retomar entre marzo o abril, pero tampoco depende de nosotros sino de nuestras instituciones y los organismos para los cuales trabajamos.

 

¿Cómo está integrado el equipo que está trabajando en esta zona?

Está trabajando una restauradora, la licenciada Patricia Frazzi. Dos museólogos que acompañaron en la última expedición del año, porque venimos con la mirada turística de abrir el sitio; de ayudar en la medida de lo posible de dar ideas al municipio y a la provincia, para ver qué se hace de este lugar.

 

En la charla mencionaba que el lugar podría ser un sitio de la memoria, para reflexionar...
Misiones tiene una historia maravillosa, donde han habido muchas idas y vueltas, conflictos; sinsabores. Una historia de mucho esfuerzo y habido muchos problemas y se han desangrado familias. Creo que tener un sitio de la memoria -como hay otras en el país-, ya no un sitio nazi ni de Bormann, sino un sitio de la memoria que nos sirva para sentarnos, reflexionar y pensar en un mundo sin diferencias, sin antagonismo, un mundo que queremos todos. Pensar lo que fue la monstruosidad de la guerra, la locura que sigue pasando todos los días y pensar por qué pasan estas cosas. Eso sería un logro extraordinario.