La zona en la que el avión cayó, el desierto del Sahel, es una zona seca en la que apenas hay carreteras y en las que, en esta época del año las temperaturas pueden alcanzar los 45 grados de temperatura.
En medio de una semana agitada en lo que respecta a aeronaves, después de que un avión de pasajeros fuera derribado en Ucrania y que otro cayera el miércoles en Taiwán cuando intentaba un aterrizaje de emergencia, la pérdida de contacto con el AH5017 encendió primero la alarma de la torre de control argelina y tuvo el peor final.
La aeronave transportaba a 116 personas, 110 pasajeros y 6 tripulantes la mayoría de ellos de nacionalidad española. Se estrelló en una zona cercana a la capital de Argelia.
Las autoridades habían informado que a los 50 minutos de partir habían perdido la comunicación y había desaparecido de los radares.