Hija de la mujer baleada por su ex, apuntó a la ausencia del Estado

Viernes 6 de marzo de 2015 | 11:18hs.
Presagio. | El rostro de Silvia tras una golpiza ocurrida en enero.

A dos días de ser gravemente herida de un disparo de arma de fuego en el abdomen por parte de su ex pareja, Silvia Quiroz (50) continúa internada con riesgo de vida en el sector terapia intensiva del Hospital Ramón Madariaga de la capital provincial y de acuerdo a los últimos informes médicos que siguen minuto a minuto el estado de salud de la víctima, la evolución de la docente depende de una nueva intervención quirúrgica a la cual deberá someterse hoy por la mañana.

 

En relación a la dramática historia, caracterizada por una gran cantidad de antecedentes violentos por parte del suboficial principal del Ejército Aníbal L. (53) en contra de su ex pareja, Yanina Quiróz -hija de la mujer agredida- narró a este medio cómo sucedieron los episodios que dejaron al borde de la muerte a la docente.

 

Según sostuvo la mujer, alrededor de las 8.45 del miércoles, Aníbal ingresó a la vivienda de su mamá por una puerta trasera del inmueble, vestido con el uniforme del Ejército. Una vez dentro de la morada, se dirigió hasta la habitación de Quiroz, al parecer con la firme intención de terminar con la vida de la dueña de casa. Sin imaginar que en el camino se encontraría con Mario M. (52), otra ex pareja de la docente y quien desde hace un tiempo había comenzado a convivir con Silvia por el temor a que Aníbal pudiera cometer alguna locura.

 

Cara a cara los dos hombres protagonizaron un feroz intercambio de insultos, hasta que de un momento a otro el uniformado comenzó a disparar contra Mario con el revólver calibre 32 que llevaba en la mano. A raíz de ello uno de los proyectiles llegó a rozar en el cuerpo de Mario, quien pese a ello siguió de pie.

 

Acto seguido, y en medio de forcejeos, los dos hombres llegaron hasta la habitación de Silvia, momento en que Aníbal volvió a disparar; en este caso contra la mujer, a quien terminó hiriendo gravemente a la altura del abdomen.

 

En medio de la terrible escena, otra hija menor de Quiroz -primogénita del suboficial- entró al dormitorio y con la fuerza y valentía de pocos, a los empujones sacó a su mamá por una ventana de la habitación.

 

Mientras esto sucedía, tanto Mario como Aníbal continuaban intercambiando golpes de puño, instante en que el primero logró despojar del arma al militar.

 

Siempre desde el relato de Yanina, ya sin el revólver entre sus manos, Aníbal salió de la habitación y a los pocos minutos regresó con un cuchillo de grandes dimensiones. Pero para cuando quiso ir en busca del otro hombre, el uniformado advirtió que una gran cantidad de efectivos policiales habían llegado al lugar, por lo que optó por encerrarse en otra habitación de la casa.

 

Según manifestó Mario antes de ser trasladado al hospital local donde continúa internado, Aníbal habría gritado a los policías "por qué no me puedo matar, por qué no me puedo matar" .

 

También dijo haber oído un rato más tarde vociferar al agresor, pero que no llegó a entender lo que este último decía.

 

Antecedentes de violencia
"Todos sabíamos que esto iba a pasar y nadie hizo nada. Él siempre andaba por el barrio", expresó con mucha bronca Yanina, quien junto a su familia aguardaba en el Hospital Madariaga la recuperación de su mamá.

 

Por otra parte, la mujer también recordó que a mediados de enero, Aníbal fue hasta la casa de su mamá, lugar en donde molió a golpes a Silvia.

 

Aquel episodio ocurrió la tarde del sábado 17 y según narró Yanina, el hombre aprovechó que su mamá se quedó sola dentro del inmueble para poder golpearla.

 

Sin nadie que la defienda, la mujer fue arrastrada de los pelos de un lado al otro de la casa por su ex pareja y a causa de los golpes de puño, la docente se desvaneció por varios minutos.

 

Instantes más tarde, al despertar, la víctima advirtió que el militar tenía entre sus manos un cuchillo con el cual continuó con las amenazas. Por fortuna para la mujer, en un descuido de su atacante logró escapar y así alertó de lo sucedido a la Policía.

 

Esto sin duda despertó la preocupación de todo el entorno de la mujer y se reflejó en la cuenta de Facebook de Yanina, quien en su momento publicó fotografías de su mamá con los diversos moretones que había ocasionado el militar en el rostro.

 

Restricción de acercamiento
Según indicaron desde el entorno de la docente, Aníbal L. (53) tenía prohibido acercarse a su mujer en un radio de 300 metros a la redonda, medida que fue ordenada a finales de diciembre del año pasado por la Justicia.

 

También se supo que la pareja había comenzado a tener cortocircuitos hace tres años, pero que los hechos de violencia comenzaron hace poco más de un año.

 

También trascendió que otros dos hijos de la mujer habían recibido amenazas por parte del militar.