Una puerta a la esperanza

Domingo 22 de noviembre de 2015 | 21:00hs.

La noticia no es grata pero supone un nuevo frente de batalla. Artillería más sólida para dar pelea por la vida. Implica armarse de valentía y coraje para sobrellevar el tiempo que sea necesario hasta que llegue la llamada que puede ser salvadora.
La noticia de ingresar a la lista de espera de órganos quizás implique un baldazo de agua fría. Sin embargo, encierra una luz de esperanza. La lista de espera significa, en realidad, una puerta abierta para mejorar la calidad de vida.
Según datos del Instituto Nacional de Ablación e Implantes (Incucai), en Misiones hay un total de 180 pacientes que integran la lista de espera, de los cuales 146 necesitan de algún órgano y 34 requieren tejidos (córneas). El número aumentó en los últimos cinco años. En 2010, por ejemplo, había unos 100 pacientes y en 2013, 130.

En ese sentido, Richard Malán, director del Cucaimis -sede en la provincia del Incucai- destacó que el incremento se debe básicamente a que hay una mayor accesibilidad para recibir un trasplante. Asimismo, enumeró dos factores que inciden en que las cifras sean superadoras a años anteriores: por un lado, las enfermedades crónicas, y por otro, la expectativa de vida, que se ha alargado.
“Está la situación mundial del aumento de las enfermedades crónicas relacionadas a cómo vivimos, esto es no hacer actividad física, el colesterol alto, la diabetes e hipertensión no controlada, hacen que la gente comience a tener más daños crónicos que derivan en una enfermedad renal o cardíaca”, explicó en diálogo con El Territorio. Y agregó: “La otra razón es que aumentó también la esperanza de vida de la gente, entonces tenés personas de 70 años enteras, trabajando incluso, que de repente les falla un órgano y necesitan reemplazarlo”.
“Por supuesto hace 50 años la persona de 70 años casi no accedía a un tratamiento complejo. Hoy en el país hay casi unas 2.000 personas mayores de 100 años. O sea, el aumento de la expectativa de vida hace también que tengamos muchas personas autoválidas y que necesitan un reemplazo de algún órgano”, insistió el médico que trabaja en el Cucaimis desde 2010.

Conciencia y solidaridad
Los misioneros que han pasado por este proceso de esperar y han conseguido superar el momento del trasplante, hoy dan una lucha por concientizar sobre la importancia de la donación de órganos y se han unido a  quienes están esperando para generar una red de contención desde la asociación Compartir, que es un respaldo para pacientes y sus familiares. 
En entrevistas con este diario, han mostrado la fortaleza con que se debe sobrellevar una enfermedad que requiere de la espera  por una intervención de trasplante de órganos y han planteado a la sociedad que llegó el momento de dejar de lado los mitos para sumarse a la procuración de órganos.
“Es importante informarse para dejar atrás los miedos que tienen su raíz en lo fantasioso. Vemos que las personas que se informan pueden superar la resistencia a hablar sobre donación de órganos y pueden ver el gesto solidario y humano de donar para prolongar y salvar la vida de otras personas”, expresaron desde la asociación civil.
Hoy estarán en las escuelas de la provincia junto con el Cucaimis, de manera que quienes quieran expresar su voluntad de ser donantes puedan completar una planilla y formar parte del registro nacional. 
Del Cucaimis destacaron un   dato que habla de la mayor conciencia y, sobre todo, de la solidaridad: en lo que va del año Misiones aportó quince donantes reales. Comparada con las otras provincias de la región del NEA, duplicó o triplicó las estadísticas registradas. En Corrientes hubo seis donantes reales, en Formosa cuatro y en Chaco, dos.
En el mismo período, 30 pacientes misioneros recibieron algún órgano y otros 21 fueron trasplantados de córneas.

Por Griselda Acuña
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