Silvera y Morel reconocieron sospechas hacia el intendente Ríos

Viernes 21 de noviembre de 2014 | 07:50hs.
Willy Ríos. | Es uno de los principales acusados por el homicidio de Silvia Andrea.

Las lágrimas de Bertolina Maciel graficaron la impotencia de una familia que desde hace más de trece años reclama justicia por Silvia Andrea González (15), hallada muerta el 18 de octubre del 2001 en Campo Viera.


Ayer, en la novena jornada del juicio oral y público se escucharon las últimas testimoniales y a varios de los acusados, quienes negaron los hechos por los que están imputados. Fabiana Cantero (32), acusada de ser la entregadora de la víctima, se quebró al recordar que pasó ocho años tras las rejas y eso la privó de criar a su primera hija. Disparó contra su propia hermana Marina, quien al momento del hecho tenía 14 años y era inimputable.


También prestaron declaración dos de los cinco policías implicados, el ex comisario Miguel Ángel Silvera (53) y el ex oficial ayudante Cristian Orlando Morel (38), quienes afirmaron que fueron víctimas de un plan para perjudicarlos, aunque no brindaron mayores precisiones sobre los autores del presunto complot. “Algo hubo acá que me quieren involucrar a mí. Apuraron al personal policial para que hablen en contra mío”, indicó Silvera; mientras que Morel aseguró que “acá hay otros intereses”.


Si bien ambos desestimaron haber sido encubridores de Hugo Dante “Willy” Ríos (31), hijo del intendente de Campo Viera, Juan Carlos Ríos, en sus respectivas declaraciones ante el Tribunal reconocieron que en el pueblo, por lo bajo, se sospechaba del alcalde y su entorno. “Había voces en el pueblo hacia el intendente Ríos y el juez sabía eso”, mencionó Morel en su alocución.


La jornada se extendió por casi nueve horas, la familia de la víctima volvió a revivir el horror de un crimen emblemático en la zona Centro. Con la acusada Cantero en el estrado, la madre de Silvia Andrea entró en llanto desconsolado y conmovió a los asistentes.


La declaración de Fabiana Cantero era aguardada con expectativa porque desde un comienzo fue señalada como la entregadora de la víctima junto a su hermana Marina, aunque ella consideró: “Me llevaron detenida por un dice que de la gente”. Contó que el día de la desaparición de la víctima, 11 de octubre del 2001, su hermana llegó más tarde a la casa y dijo que había acompañado a Silvia Andrea hasta una radio.


A la tarde hizo sus cosas y alrededor de las 19.30 tomaba mate con sus padres, cuando llegó la Policía buscando a Marina, ya que la habían visto con Silvia Andrea después del colegio. Fabiana aseguró que conocía a la víctima, más allá de comentarios de su hermana. En tanto, reconoció que Marina mantenía una relación con uno de los hermanos Balatorre, aunque luego afirmó que “salía con los dos”, a pesar de su corta edad.


Precisamente, testigos afirmaron que el día de su desaparición, tras salir de la radio, Silvia Andrea subió con Marina al auto de Cacho Balatorre, ya fallecido.


La acusada aseguró que “el oficial Morel quería que firme un papel diciendo que era culpable y me negué”. Agregó que Cacho Balatorre le pagó a Norma Ríos para que me involucre, según su propia hermana le habría dicho a su padre. “Por eso pienso que Marina sabe más de lo que dice”, subrayó e indicó que, según versiones, a Japo Balatorre se le cayó la cadenita de la víctima en el patio de un vecino.


El ex comisario Miguel Ángel Silvera declaró durante una hora y media. En ese lapso dijo ser víctima de un plan para perjudicarlo del que serían parte hasta los medios de comunicación.


Prendió el ventilador y apuntó hacia el poder político local: “En su testimonio, Morel dijo que estaba el intendente Ríos y otros funcionarios. Algo hubo acá que me quieren involucrar a mí. Apuraron al personal policial para que hablen en contra mío. Incluso quisieron involucrar a mi hijo que iba al Liceo Storni”, reconoció el ex comisario.


La citada testigo Morel declaró que Silvia Andrea fue violada por varios hombres, entre ellos, policías, en el bar de Natividad Rivero, también imputada.


En la segunda instrucción, luego del primer juicio, la jueza Alba Kunzmann de Gauchat lo había notado muy nervioso a Silvera, lo que complicó su situación. En aquel momento la magistrada quería saber cómo hicieron para dar con Marciano Benítez, a lo que el acusado señaló: “Doctora, eso está en el sumario”, lo que ayer justificó diciendo que “por ahí el nerviosismo no me dejó explayarme y en el momento no me supe explicar”.


También locuaz, Cristian Orlando Morel dijo sentirse “acusado injustamente y lo digo con conocimiento de causa”, al tiempo que agregó: “Había voces en el pueblo hacia el intendente Ríos y el juez sabía eso”. Dijo que la acusación de Fabiana Cantero fue por “resentimiento” debido a la detención de dos de sus hermanos por un robo calificado previo al homicidio.


Desmintió que le haya tomado declaración en la casa a Mónica Ferreira ni que le mostró elementos fuera de la comisaría, como indicó la mujer que fue empleada de Benítez y dijo haber sentido olor a podrido y encontrado trapos con sangre en la casa. Otro aspecto que lo incriminó en la causa fue su presunto acercamiento a la familia Ríos. Al respecto, al ordenarse la detención del hijo del intendente -en diciembre del 2003- Morel trabajaba en Oberá pero viajó a Campo Viera y llegó a la comisaría, cuyo titular, el comisario Dulko, lo notó nervioso e informó al respecto.


Consultado por la fiscal, ensayó una explicación de por qué fue hasta la casa del intendente y luego lo saludó ya esposado, en la comisaría.

Plana mayor
En la víspera se presentaron los últimos testigos y fueron todos policías en actividad o retirados propuestos por la defensa de los implicados de la misma fuerza. El comisario general retirado Héctor Bonifato (57), ex jefe de la Unidad Regional II, contó que hubo más de cien efectivos policiales en la búsqueda, aunque no precisó a partir de cuando llegaron a Campo Viera.

“Yo mismo informé al intendente Ríos sobre la marcha del caso, siguiendo directivas de Jefatura que dicen que las relaciones institucionales deben ser óptimas”, mencionó. Además, consideró como “positivo” el accionar policial, aunque el cuerpo fue hallado por particulares, le recordó la fiscal.


Por su parte, el comisario mayor José Mazur, actual jefe de la Unidad Regional VI de Leandro N. Alem, quien al momento del hecho era jefe de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II de Oberá, recordó que se investigó a los Balatorre por su relación con Marina Cantero, pero no hubo avances al respecto.


Después de que se encontró el cuerpo se relacionó a Fabiana Cantero (“una mujer de la calle”) y a Benítez (“que estaba en la joda”) y que tenía antecedentes de acoso a otras mujeres. En tanto, el sargento Luis Zarza Díaz (39) y el retirado Hipólito Duarte (54) coincidieron en que sólo buscaron a la víctima en la zona rural, no en el casco céntrico, donde vivía Marciano Benítez y se presume que estuvo secuestrada la chica.


El próximo martes, desde las 9, el Tribunal realizará la inspección ocular a la citada propiedad. La lectura de los alegatos comenzará el lunes 1 de diciembre.