Por violencia, las posadeñas buscan refugio los fines de semana

Miércoles 16 de abril de 2014 | 06:59hs.
Defenderse. | Cada más mujeres se suman a las clases de defensa personal en el barrio Itaembé Miní y San Jorge. | Foto: Archivo

Los casos de violencia doméstica han aumentado en el último año, por lo que las mujeres buscan un lugar donde las contengan, en la Asociación Jardín Maternal de Itaembé Miní brinda el servicio para que ellas se refugien en el lugar. Los factores que influyen a que se acerquen en su mayoría los fines de semana son el consumo de alcohol y el maltrato verbal y físico de las parejas. En la mayoría de los casos son menores de 24 años.

 

“Las víctimas de violencia de género se sienten solas, no saben qué hacer ni qué rumbo tomar en sus vidas. No tienen adónde ir, por eso nos piden para quedarse acá”, expresó Nélida Morenate, directora y fundadora de la Asociación Jardín Maternal, de Itaembé Miní.

 

Allí durante los fines de semanas, en horas de la madrugada, se recepcionan casos de emergencias que están impulsados por la influencia del consumo de alcohol, maltrato verbal y violencia física de las parejas. “Los viernes y sábado tenemos casos de agresión física de las mujeres, que no tienen adónde ir y vienen al jardín”, manifestó Morenate.

 

Con mayor frecuencia las víctimas desesperadas buscan ayuda en el personal de seguridad, que vigila las instalaciones de la Asociación Jardín Maternal, desde las 20 hasta las 6. “Algunas de ellas asisten a los talleres de defensa personal. Igual vienen hasta acá y se quedan esperando por horas. Nosotros las asesoramos y recomendamos que hagan la denuncia”, manifestó Morenate.

 

En general son madres menores de 24 años, que desde hace años viven en el barrio Esperanza, Centro Correntino, Costanera 1 y 2, y Belén. En varios casos tienen entre cuatro y cinco hijos. “Cuando hay menores de por medio, las mujeres aguantan el maltrato, porque no pueden dormir en la calle, ya que piensan en sus hijos. Hace poco, una mujer vino a pedir ayuda y desahogarse porque el marido le reventó el ojo de un golpe y ella no tenía adónde ir”, recordó la directora.

Practican defensa personal
Para brindar herramientas a las mujeres que atraviesan situaciones de violencia de género, en la Asociación Jardín Maternal se desarrolla el Programa de Defensa Personal y Violencia de Género, que se inició con cuatro mujeres y hoy reúne 15 personas.

 

Las clases se dictan los martes y jueves, de 17.30 a 18.30, en Itaembé Miní, miércoles y viernes a las 15 en el barrio San Jorge. Según explicó Morenate, en los talleres se enseña a las mujeres cómo actuar o manejarse ante un situación de agresión física.

 

“No tienen que quedarse quietas, les damos una técnica que las ayuda a defenderse”, sostuvo Morenate.

 

En el programa trabajan abogados, psicólogos y trabajadores sociales, que aconsejan a las víctimas que atraviesan una situación de violencia de género.



Más denuncias
Según indicaron desde el Jardín Maternal, a diferencia de años anteriores hoy se observa que las mujeres se animan a denunciar a los agresores.

 

“Una vez que hacen la denuncia concurren con más frecuencia a los talleres para ser acompañadas y asesoradas en el tema”, aseguró Morenate. Generalmente no es la primera vez que las víctimas son golpeadas, “pero tampoco quieren dejar a sus parejas. Por eso les recomendamos que hagan terapia de pareja”, expresó.

 

Pese a que el panorama es complejo y desalentador, las mujeres buscan mejorar la calidad de vida de sus hijos y de ellas. “Hay algunas que trabajan de empleadas domésticas en casas de familias. Es decir, buscan tener sus propios ingresos y avanzar más allá de la situación que atraviesan en su hogar”, remarcó la directora.

 

Por otro lado, aseguró que el mayor problema se produce porque las mujeres no quieren abandonar a sus parejas, “porque dicen que con esfuerzo se compraron la casa y al abandonarlos se quedarían sin nada”.



Situación similar en el Barrio San Jorge
En el barrio San Jorge funciona el programa Pro Género (Progen), en la Asociación Jardín de los Niños, que recibe a 150 beneficiarias, que son contenidas y asesoradas.

 

“Nuestro trabajo consiste en realizar campañas contra la violencia de género, en impulsar actividades comunitarias que permitan el fortalecimiento del rol de la mujer”, manifestó Ilaria Cappellari, coordinadora del Área Social de la Asociación Jardín de los Niños y el programa Progen.

 

Por ello, se desarrollan actividades de asistencia y contención a las víctimas de violencia, en el barrio.“Fundamentalmente las escuchamos e intentamos entenderlas, ver qué necesitan, porque muchas se acercan, pero sin tomar la decisión de denunciar a sus parejas”, sostuvo Cappellari.

 

Por ello, se pretende defender el ejercicio de los derechos de las mujeres, “ayudarlas en las cuestiones que hacen a la realización de trámites sociales u obtención de ropa y mercadería. Para mejorar la calidad de vida de las mujeres mediante actividades que promocionan una vida sin violencia”, enfatizó Cappellari.

 

Por ese motivo, aseguró que se investiga el área familiar de la víctima “para entender su entorno social, ya que hay casos que la mujer no quiere denunciar. En otros las acompañamos a la Policía para que puedan liberarse de esa situación”, expresó y precisó: “Ahora notamos un cambio importante , porque muchas han tomado la decisión de denunciar”.

 

Por otro lado, resaltó que para revertir esta situación hay que fortalecer e informar sobre derechos de la mujer, inculcar a los hijos varones valores que fomenten el respeto a la mujer para así lograr un beneficio a largo plazo.


Una problemática que afecta a todos

En diálogo con El Territorio Natalia Falconi, psicóloga y encargada de brindar contención a las víctimas que se acercan a la Asociación Jardín Maternal, sostuvo que la violencia de género es una problemática que afecta a todas las familias y a la sociedad. “Es el ejercicio de la fuerza del más fuerte contra el más débil, la persona pasa de ser víctima a ser victimario, ya que las relaciones violentas si no son tratadas son reproducidas de una u otra manera”, resaltó. Por ese motivo, señaló que es importante “trabajar con los jóvenes desde el noviazgo para empezar a plantearse relaciones menos agresivas y más saludables”.