Crucero del Norte cayó anoche por 1 a 0 ante el pirata cordobés

Domingo 19 de abril de 2015 | 13:41hs.
En caída libre. | El equipo misionero no logra levantar cabeza fuera de casa. | Foto: César Lasso

Las aguas no estaban calmas desde el inicio. Uno quería llegar a la punta y el otro sumar para zafar de la zona de descenso. Pero como buen barco pirata, asaltar el Crucero no sería problema.

 

Por la 10ª fecha del Torneo de Primera, Crucero del Norte cayó 1-0 frente a Belgrano en Córdoba y llegó a la quinta derrota consecutiva fuera de casa, mientras que el local llegó a la punta del certamen.

 

El suspendido Dardo Romero y la lesión de Diego Torres trajeron inconvenientes en el armado del once inicial. Por lo que el técnico Gabriel Schurrer adelantó a Alejandro Pérez en el sector derecho y sumó a Juan Cabrera en el fondo.

 

Enfrente, el Ruso Zielinski puso en cancha un equipo ultraofensivo, utilizando la lógica de los antecedentes. Y así trascurrieron las acciones.

 

En la primera parte, Crucero se dedicó a defender y salir de contra, pero fue Belgrano el que manejó los hilos. Es que las constantes arremetidas de los volantes trataban de desnivelar las acciones.

 

Bareyro y Barraza demostraron solidez defensiva más allá de algunas desatenciones, mientras que Álvarez y Cólzera hacían lo que podían en la ofensiva. Sin dudas la apuesta estaba en la pelota parada y el marcador casi se abre a los 9’, pero el tiro libre del chaqueño rozó el palo izquierdo de Olave.

 

De a poco, Belgrano inclinó la cancha a su favor. Los problemas fueron ganando terreno por el sector de Cabrera con un Emiliano Rigoni inspirado en su velocidad. El cero parecía mera cuestión de actitud.

 

Sobre los 25’ Lucas Zelarayán puso en jaque la desatención en el fondo, aunque Horacio Ramírez salvó las papas con una atajada brillante.

 

Los pelotazos llovían por todos lados y en ese contexto el goleador Mauro Óbolo aprovechó un centro de Prediger para estampar de cabeza el 1 a 0, justo en la agonía.

 

Como anécdota queda la duda sobre un supuesto penal a Maximiliano Oliva, todo maquillado por el irregular arbitraje de Espinoza y las más de 60 mil almas que abuchearon la acción.

 

En el complemento, Crucero intentó cambiar el rumbo. Pinti casi lo empata promediando los diez minutos y hasta Dematei lo tuvo de tiro libre. Aunque la bocanada de aliento fue un mero espejismo. Fabio Vázquez no apareció en el medio eliminando así cualquier tipo de sociedad.

 

Para colmo la expulsión de Dematei ayudó en los planes locales. Así, el Celeste pisó el acelerador, pero el resultado no se movió por la soberbia actuación de Ramírez.

 

Quedará como anécdota el ingreso del ex Crucero Fernando Márquez, aquel que le dio al Colectivero el ascenso a la B Nacional.

 

Crucero naufragó en aguas altas y se vuelve a Misiones con las manos vacías. Los números se vuelven más rojos y los fantasmas continúan merodeando en Santa Inés.