Las antorchas del Festival volvieron a arder por el Mensú

Lunes 24 de noviembre de 2014 | 07:24hs.
Antorchas. | Ardieron por Ramón Ayala | Foto: Sixto Fariña

La última noche festivalera del 2014 encendió el fervor popular con un espectáculo en el que se invitó al público a revivir los inicios de la fiesta litoraleña, donde las antorchas encendidas mostraban la aprobación de los espectadores a los artistas en escena.

 

La velada de cierre del Festival de la Música del Litoral comenzó a las 19,30 con la actuación de los ganadores de los prefestivales, Ariadna Magalí y Pablo Assaf, ambos representantes de la sede Misiones. Tras el paso del Grupo Todo Canto y Amanda de Colombia llegó el turno del Bocha Sheridan, esperado por el público y respetado por el mundo artístico.  

 

El show del Gringo Barreto se repartió entre la alegría y la congoja. Con ritmos contagiosos el artista eldoradense incitó a bailar a los presentes, que no dudaron en pedir bis. Antes de abandonar el escenario, el Ángel del Litoral anunció su retiro de la música.  

 

Pero uno de los momentos más memorables de la velada ocurrió cuando El Mensú irrumpió en escena. Como salido de una película, el gran Ramón Ayala demostró que es una leyenda viviente de la música del litoral. Rodeado de bailarines, Ayala descendió de las escalinatas del anfiteatro. Tras su interpretación de Posadeña Linda que incluyo el baile junto a una mujer que invitó del público,  comenzaron a sonar los acordes de El Cosechero y el anfiteatro estalló en aplausos.  

 

Más de 1.500 antorchas se encendieron para revalidar la aprobación al Mensú. “Son maravillosos. No sé si ponerme a llorar o cantar otra canción”, esgrimió el poeta, y el público solicitó nada menos que el himno que le valió el apodo. Tras interpretar “El Mensú” acompañado de una actuación especial del ballet oficial, Ayala destacó: “Menos mal que siempre hay poetas para cantar las realidades del interior”.  

 

Luego le llegó el turno a Joselo Schuap quien interpretó el tema que compuso para el tradicional mercado posadeño  La Placita y el dedicado al personaje local Mavala. Misioneros y paraguayos se reconocieron en las letras de su cancionero popular, que cosechó aplausos por doquier. Al fin del show de danzas, Noche de San Juan... La Fiesta del Fuego , entraron en escena Coquimarola y Gabriel Cocomarola, hijo y nieto de Transito, quienes brindaron un espectáculo de lujo para despedirse con el himno familiar “Kilómetro 11”, secundados por los locales Fabián Meza y Vanessa Avellaneda.   

 

La música gaucha del Brasil se hizo presente de la mano de Garotos de Oro. El público se animó al baile sertanejo y copó el escenario Alcibíades Alarcón para danzar al ritmo de la música gaucha.   La despedida del festival estuvo a cargo del correntino Mario Bofill. Músico y contador de cuentos,  el artista oriundo de Loreto no defraudó al público que esperó hasta las 4 de la mañana para verlo en escena.