Perros salvan a su dueño de morir en un incendio

Lunes 17 de febrero de 2014 | 13:51hs.
Escombros. | Saúl pudo salvar su moto, su billetera y su celular.

Saúl Silva se despertó sobresaltado a las 5 de la madrugada porque Nena y Pulga, sus mascotas no dejaban de ladrar y enseguida notó que sus ladridos no eran normales; pensó que le querían avisar de algo, y no se equivocó.
Un ruido similar a un crujido y, sobre todo, la bocanada de humo que le vino cuando abrió la puerta que da al patio de tierra, despejaron sus dudas. Los dos perros que lo acompañan hace ya seis años lo habían despertado para advertirle del peligro y lo salvaron de una muerte segura.


La historia dejó sorprendidos a todos en el barrio San Cayetano de Candelaria, donde vive el albañil de 30 años que se salvó de morir calcinado gracias a la intervención de sus dos fieles amigos, ayer a la madrugada.


Pudo salir corriendo a tiempo de su humilde vivienda de madera, que ya se encontraba envuelta en las llamas, que previamente habían reducido a cenizas una construcción contigua. Saúl se quedó en la calle pero sus mascotas fueron gestoras de su nueva oportunidad.
Mucho más sereno pero a la vez muy angustiado por el percance que le tocó vivir, el hombre contó que lo despertaron “los ladridos poco comunes” de sus perros y es consciente de que “gracias a eso hoy estoy acá, con vida”.
Mientras removía los escombros de lo que era su hogar, recordó que “me asusté porque no paraban de ladrar; primeramente pensé que podía haber entrado alguien pero no avanzaban. Me levante para ver qué pasaba, al abrir la puerta me llegó el olor a humo y noté que la casa estaba envuelta por las llamas”.
“No pude salvar nada más que la moto que uso para ir a trabajar, la billetera y el teléfono celular. La respiración me costaba, pero salí como pude y resignado; solamente me quedó ver como el fuego devoraba todo a su paso” contó.
Nena y Pulga estaban a su lado, no lo dejaron en ningún momento e incluso, mientras él removía los escombros, los perros seguían muy cerca, demostrando fidelidad. “Son mis héroes que también se han quedado si nada, pero ahí están siempre contentos y regalando afecto”, dijo Saúl, recordando que había adoptado a uno y al poco tiempo cobijo a la otra, que llegó hambrienta a su casa

Cortocircuito
El incendio en la casa de Silva comenzó a las 5:10 de la madrugada y a las 5:40 ya no quedaba nada más que brazas.
Pese a que vive a menos de diez cuadras del cuartel de bomberos voluntarios de Candelaria, al lugar llegaron los efectivos de Garupá y al momento de su intervención ya nada pudieron hacer. El fuego consumió todo.
De acuerdo a los peritajes, el incendio se inició por un cortocircuito en una construcción deshabitada donde estaban guardados algunos electrodomésticos, y el viento trasladó el fuego a la parte donde el hombre dormía.
“Hace tres años estaba ocupando la casa que me prestó mi abuela, porque la otra que está al lado se venía abajo porque era muy vieja y con la línea eléctrica resentida. Tenía que arreglarla pero no pude y me dejó en la calle”, relató el albañil.

“Volver a empezar”
El Territorio visitó a Saúl ayer al mediodía, cuando junto a otros chicos removía los escombros en busca de alguna cosa que no se haya quemado, pero sin suerte.
Por la tarde limpió las bases de las casas y esperaba ayuda de la comuna, que hasta la tarde le fue esquiva.
En su rostro y brazos quedaron las huellas de la peor noche, con quemaduras generadas por gotas de chapas de cartón derretida. “No duelen, menos si pienso que estuve a punto de perder la vida. Si no me despertaba, hoy, me estarían velando” dijo pensativo.
Inmediatamente el recuerdo se adueñó de su cabeza y contó que “cuando salí afuera y caí en lo que estaba pasando, me paralicé. Intente llamar a la Policía pero no podía marcar, temblaba y pensaba de que manera iba a salir de esta”.
“Es un volver a empezar, por suerte tengo trabajo y con esfuerzo voy a seguir adelante, como pueda” dijo confiado. Saúl se quedó en la calle y por eso, las personas interesadas en colaborar para que pueda rehacer su vida, pueden comunicarse telefónicamente al 03755-15515419

Nota perteneciente a la edición impresa.