Reina Rusa: La fiesta es un lugar para disfrutar con amigos y familiares

Este año la colectividad rusa de la Fiesta Nacional del Inmigrante tiene como representante a una joven que desde muy pequeña participa de las celebraciones: Ana María Polegzuk.

“Desde los 8 años estuve en el ballet”, aseguró la joven de 21 años oriunda de Oberá y añadió que aquello que siempre le gustó fue la posibilidad de bailar cada año en la casa de la colectividad.

La ascendencia de esta obereña es de sus bisabuelos paternos y maternos; relata muy orgullosa la historia de la llegada de sus antepasados a Misiones hace muchos años: “Mis abuelos cuando llegaron se instalaron en Los Helechos, así que me críe en la cultura rusa”.

Además del baile lo que más le agrada es la comida típica, y al estar rodeada de las costumbres rusas desde su nacimiento reconoce: “Sé bailar y sé hablar lo básico del idioma ruso”, comentó la reina que también posee conocimientos de inglés y portugués.

Ana María mide 1,75 metros de altura, tiene unas medidas de 95-68-105 y es estudiante de la Licenciatura de Administración de Empresas.

Al estar tan sumergida en estas costumbres, aprendió a cocinar. “El variniquis y un plato típico que es el borsch, que es una sopa de remolacha que se come con crema, y la bebida típica la perestroika, muy conocida”, reconoció.

Con respecto a su elección como soberana de la colectividad, advierte que “es una experiencia que a cualquier chica que le gusta (la Fiesta del Inmigrante) debe presentarse, para mí es una linda experiencia”.

“Muchos jóvenes se presentan en las colectividades para bailar, también participan en la noche de la juventud, porque acá se vive mucho la fiesta”, dijo.

“La idea es disfrutar con amigos, y familiares, sin pasarse de los límites”, recomendó Ana María.