Entradas agotadas en la última antorcha del Festival del Litoral

Lunes 24 de noviembre de 2014 | 18:50hs.
Público cautivo. | Todas las noches tuvieron un buen marco en el anfiteatro. | Foto: Marina Barreyro

La 45ª edición del Festival del Litoral que se llevó a cabo en la capital misionera del 20 al 23 de noviembre de 2014 dejó un saldo positivo para la fiesta del folclore que cada año convoca más espectadores.

 

Las cuatro noches tuvieron gran marco de público en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez que tiene capacidad para siete mil personas sentadas. Las veladas del sábado y domingo, espectadores de todas las edades y procedencias se volcaron al escenario de espaldas al rio, incrementando el número a más de ocho mil asistentes.

 

“Hace dos años seguidos que vengo, especialmente para el festival. Este año el ballet fue lo que más me llamó la atención. Vi muchas mejoras, mejoró en los artistas y ese grupo toba, creo que se llama Tonolec, yo no los conocía, fue impresionante. Esa chica canta con el corazón”, sostuvo Alicia Sager (55) de Villa Ángela, Chaco.

 

“Desde que se inició vengo al festival. Lo más importante que veo es el respeto del público a los artistas. Landriscina se merecía el premio porque el viejo fue uno de los primeros que vino a este festival. Se merecía el Mensú de oro y mucho más. El bocha Sheridan también es un ejemplo”, opinó Luis Floribal (70) del barrio Rocamora de Posadas.

 

Por su parte, Juan Villafañe (38) llegó al escenario frente al río desde Tucumán. “Es la primera vez que vengo. Me gusto mucho la música del litoral. No conozco a todos los artistas por nombre, pero hay muy buen nivel”.

 

Además de las distintas geografías, el festival también llamó la atención de los más jóvenes. “Me encanta la música del litoral. Vine dos noches. Me gustó mucho Los Mitá y Mario Bofill” comentó Ricardo Medina de 10 años, mientras coreaba los temas de Bofill parado sobre una de las gradas.

 

“Este año estuvo muy bueno. Vine el año pasado, y el anterior. El Chango, Ramón Ayala y Mario Bofill fueron lo mejor. El año que viene, claro que vuelvo. Hasta los cincuenta años no paramos”, agregó Marcos Escalante (21), cuando el sol ya brotaba desde el Paraná.

 

Ventas flojas

 

Pese a las cuatro mil entradas anticipadas y las más de tres mil comercializadas en la puerta, los vendedores de refrigerios no tuvieron la misma suerte.

 

Según destacaron la gente trajo lo que iba a consumir. Equipos de mate y tereré se replicaron en las gradas a lo largo de las cuatro noches, mientras hombres acarreaban conservadoras y mujeres ingresaban al predio con canastos de comidas.

 

“No pasó nada. Muy pocas ventas por la altura del mes. Pensá que una familia además de la entrada tiene que comprar comida y bebida para todos”, comentó Marcelo al frente del carrito de Panchomanía, que ofrece el producto a 15 pesos y las hamburguesas a 30 pesos.

 

“La verdad no es el resultado que esperábamos. Recuperé lo invertido pero el margen de ganancia no fue el que calculábamos”, opinó en coincidencia Sebastián Insaurralde, propietario de otro de los carritos que se encontraban apostados en el ingreso al anfiteatro.

 

“No es lo que se esperaba, pero algo se hizo. El sábado fue el día de más ventas por que hubo más gente. Lo que más salió fue el superpancho porque es lo más económico, y la gaseosa se vende para compartir”, relató el comerciante Alejandro Almada.