El caburé crece como negocio gastronómico en la región

Jueves 21 de octubre de 2010
Valor agregado. | El almidón y queso para el caburé se compran en Misiones.
El “caburé” o  chipa hecha a las brasas es una elaboración muy conocida en la provincia, traída de la cultura gastronómica del Paraguay. Pero singularmente en los últimos dos años, su venta y difusión se multiplicó y ya hay pedidos incluso desde fuera de Misiones.
Ramón Fernández es uno de los principales impulsores de la elaboración y promoción del caburé. Este año, debido al constante interés de los turistas por probar la chipa a las brasas, organizó el Primer Festival Provincial del Caburé. Y ante el éxito alcanzado, ya prepara el próximo para 2011.
“Hace más de ocho años que empecé a trabajar con el caburé, empecé con una parrilla y hacía todo a mano. Ví que el caburé requería menos leña para cocinarse que la chipa, y además resultaba más una atracción para la gente que veía que el producto se hacía en el momento”, relató Fernández.
Apuntó que además de la forma de cocción, la masa del caburé es también diferente en sabor  a la tradicional chipa. “El caburé tiene que tener buena margarina, buen queso y mucho huevo. Te das cuenta que cambia el sabor con el de la chipa, es más blando”.
El gran cambio en la forma de producción del producto artesanal llegó, hace cerca de cuatro años,  con la posibilidad de implementar una mejora mecánica para facilitar su elaboración y permitir hacer al mismo tiempo más “chipas a las brasas”.
“Yo tenía una parrilla y viendo como podía agilizar la elaboración, se me ocurrió poner un motor de lavarropa conectado a los palos con masa para que giren a una velocidad lenta. Desarmé el lavarropa que tenía y le llevé mi idea a un tornero y el me armó la primera máquina” , precisó Fernández. A partir de la revolución industrial del sencillo producto regional comenzó a multiplicar las ventas, y con la llegada de las principales fiestas, los pedidos se multiplicaron hasta sorprender a su propio impulsor. El precio por unidad ronda actualmente entre los $2,5  y 3 pesos. 
El emprendedor, que hoy defiende su propia marca “Caburé Ramón”, relató que hoy tiene compradores de su masa en varias localidades. A ellos les presta unas quince parrillas automáticas que armó para expandir su negocio. Logrando así una especie de franquicia del tradicional producto.
Ante el crecimiento constante y al volverse un atractivo turístico con la declaración de interés provincial del primer Festival Provincial del Caburé en Jardín América, trabaja en un certificado de calidad que le permitan ampliar más su venta. Actividad que a su vez demanda otros productos misioneros como el almidón, huevos y queso. Y explica que además del caburé prepara otras comidas regionales como mbeyú, chipa soo, aforrado de pollo, reviro, torta de choclo. “Ahora estoy gestionando en un certificado de calidad para el sistema de elaboración del caburé, al tener eso ya estimo no tendré impedimientos para vender más. Este es un producto regional que a la vez demanda trabajo de otra gente y es algo netamente misionero”, remarcó Fernández. Explicó que actualmente está llegando con la venta de masa de caburé a varias localidades misioneras y también en los últimos meses está vendiendo a Resistencia (Chaco) donde también las chipas tienen muy buena salida a las brasas. Y quién dice , aunque todavía no lo haya estudiado, tener la posibilidad “de exportar” la peculiar comida tradicional que deleita y atrae a turistas.