Caso Mercol: Ex empleado de seguridad recreó de que manera asistió al joven

Ayer se llevó a cabo el cuarto día de juicio oral para esclarecer la muerte de Iván Mercol. La jornada volvió a quedar marcada por las contradicciones entre la declaración ayer ante el juez César Jiménez y lo testimoniado durante la etapa de instrucción de la causa en el 2006.

De los cuatro citados ayer, sólo prestó testimonio Gregorio Oscar Espinoza, ex integrante del personal de seguridad de Power, donde el 19 de marzo de 2006 Mercol murió por los golpes que recibió antes de retirarse del local bailable.

Espinoza evidenció marcadas diferencias cuando aseguró que cerca de las 6 de la mañana tomó a Mercol de por debajo de los brazos: “Uno de los porteros, Ronnie, lo agarró primero de las axilas y me lo pasó a mi porque adentro del pasillo dijo que estaban los agresores. Lo recuesto en el piso porque estaba desvanecido (...). Se acerca una chica que dijo ser la amiga y me dice que (el joven) se llamaba Iván Mercol (...). No vi si tenía sangre”.

Su relato, cotejado con el que brindó en el expediente, tuvo diferencias, porque hace ocho años manifestó que vio sangre en Mercol, que lo tomó del hombro y apoyó una mano en el rostro del joven. Pero también dijo que la víctima cayó boca abajo en el piso, no que lo recostó contra la pared a pocos metros de la salida.

El empleado de seguridad remarcó ayer otro punto que podría ser clave para el debate: “No recuerdo que Mercol se haya golpeado la cabeza contra la pared (...). Lo teníamos en una buena posición, bien cuidada, tratamos de resguardarlo hasta que llegara la ambulancia”. En el expediente, en cambio, habría señalado que el joven se golpeó.

También dijo que durante el tiempo que permaneció junto al cuerpo de Mercol hasta que lo asistió el médico de la empresa Domin, no vio “a ningún hombre robusto con remera negra o patovica” cumpliendo labores de seguridad cerca.

Juan Carlos Viana, médico del servicio de emergencia contratado por Power, declaró el miércoles que cuando revisó a Mercol, estuvo acompañado por un hombre de seguridad vestido de negro, pero que no vestía traje o camisa, como dijo Espinoza que se vestía para cumplir su labor.

La declaración de Espinoza ayer fue la única, porque tanto la fiscal Yolanda Mazal como los defensores de Sebastián Ruiz y Diego Cantallops, acusados de homicidio preterintencional, decidieron prescindir de los testimonios de un chofer de la Red de Traslados del Madariaga y de dos enfermeras.